El resultado de los análisis, realizados por el Instituto de Toxicología, exculpan al vecino de Ramón Fernández

El ADN hallado en el cadáver de la prostituta de Ribadavia incrimina al principal inculpado

 Ramón Fernández, en un momento de su paso por los juzgados.
Ramón Fernández, en prisión preventiva como principal sospechoso de la muerte de María do Socorro Silva, prostituta brasileña cuyo cadáver apareció en el río Avia en el mes de febrero, mantenía que el semen hallado en el cuerpo de la víctima lo exculparía y, por ende, incriminaría a su vecino, Antonio M.G. Los análisis de ADN practicados por el Instituto Nacional de Toxicología frustran, sin embargo, sus deseos. El semen recogido en el recto y en la vagina de María do Socorro era suyo.
El resultado del análisis de los restos de ADN detectados en el cuerpo de María do Socorro Silva, hallada muerta el 25 de febrero en el río Avia, confirma que pertenecen a Ramón Fernández, vecino de Riobóo (Cenlle), actualmente en prisión como principal sospechoso de matar a la prostituta brasileña, de 26 años. Él fue la última persona que solicitó los servicios de la joven antes de su desaparición, denunciada por una amiga el 11 de febrero.

La consecuencia de estos resultados es doble, porque al tiempo que se consolida una prueba que implica al detenido en la muerte de María do Socorro Silva, se debilita la implicación en el homicidio de Antonio M.C., vecino de Ramón Fernández al que éste culpaba de matar a la joven.

De hecho, con fecha de 4 de julio, Ramón Fernández enviaba una carta a este periódico, firmada desde la prisión de Pereiro de Aguiar, en la que afirmaba, entre otras cosas, que ‘yo no maté a María del Socorro, fue mi vecino Antonio. Me ha arruinado la vida (...) Este vecino es mala persona. Yo nunca había tenido problemas en la vida. Él me amenazó con que mataría a mi mujer y a mi hijo si decía algo de él a la Policía. Folló a la chica a la fuerza, sin condón y después, como tenía miedo a que le denunciara, fue cuando le pegó dos tiros. Espero que la prueba de ADN salga bien para que él pague por todo lo que ha hecho. Se lo pido todos los días a Dios y a la Virgen del Socorro’.

No han sido suficientes las rogativas, y la prueba demuestra que el semen hallado en el cuerpo de la víctima no es de Antonio M.G.

Las declaraciones de Ramón Fernández en relación a su papel en el homicidio fueron variando sucesivamente desde que el 25 de febrero lo detuvieron. En un primer momento confesó que la había matado con sus propias manos, ‘como a un conejo’, de un golpe en la nuca.

Posteriormente, cuando hallaron orificios de bala en el cadáver, afirmó que la había matado con una escopeta porque ella le requirió el abono de 400 euros y lo amenazó con contar a su esposa que mantenía relaciones sexuales fuera del matrimonio. El siguiente paso fue incriminar a su vecino. El 7 de abril, de hecho, el juzgado de Ribadavia ordenó detener a Antonio M.C. Tras tomarle declaración e imputarlo en la causa, quedó el libertad. Ahora, el análisis del semen descubierto en la víctima, cotejado en el ADN de Ramón Fernández, podría exculpa definitivamente al vecino. En todo caso, esa será una decisión que deban tomar la juez de Ribadavia, desde donde se instruye el caso, así como el Ministerio Fiscal. De momento, Antonio M.C. continúa imputado.

Dos semanas hundida en el río Avia

María do Socorro Silva fue localizada muerta el 25 de febrero, a cuatro kilómetros del puente desde el que Ramón Fernández, de 48 años de edad, confesó haberla arrojado en uno de sus primeros testimonios. El cuerpo de la mujer estaba sumergido a más de un metro de profundidad, envuelto en plásticos. La Guardia Civil lo descubrió después de 18 horas de búsqueda a lo largo del río Avia, entre Boborás y Leiro, en el embalse de Cabanelas.




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