Agredió a dos ancianos en Ourense: “Estoy mal de la cabeza”

Dos vecinos de Verín de 83 y 76 años estaban conversando tranquilamente en la avenida de Laza cuando el joven Nicolás M.V. (20 años) se acercó a ellos sin mediar palabra y los agredió brutalmente con un objeto compatible con un puño americano, según determinó la Guardia Civil. No se conocían de nada. Días después protagonizó otro episodio similar en un aparcamiento cuando dos mujeres accedían al Eroski de la villa a hacer la compra. Ayer, en el juicio celebrado en el Penal 2, admitió el primer incidente. “Es verdad, fue culpa mía; no estaba bien de la cabeza, pero ahora estoy a tratamiento”, aseguró. Tras asumir el delito, el juicio, que se acortó por la renuncia de testigos, solo se centró en discutir la imputabilidad del inculpado. Según su letrado, cabe apreciarle una eximente completa por lo que no iría a prisión (la fiscal pide ocho años en total). En cuanto a la indemnización , el letrado planteó la opción de pagar a plazos dentro de sus posibilidades ya que no tiene trabajo y no concluyó sus estudios. Trastorno psicótico El forense Fernando Serrulla explicó que el comportamiento anómalo de Nicolás obedece a un “trastorno psicótico”, con una limitación -precisó- “muy importante de su capacidad intelectiva y volitiva”. Serrulla concluyó que se trata “de un enfermo mental” y que debe seguir un tratamiento ambulatorio que en caso de no hacerlo habría que comunicarlo para un ingreso. Por su parte, las víctimas, que no tuvieron que declarar, reconocieron a este diario que la agresión les dejó el miedo en el cuerpo. Variaron el itinerario de sus paseos e incluso uno de ellos va con un bastón por si le ocurre otra vez. La agresión La agresión ocurrió a las 19,45 horas del pasado 4 de septiembre de 2021. El inculpado primero la emprendió a golpes con el septuagenario y lo tiró al suelo. Su amigo recibió también el tacto del puño americano cuando trató de defenderlo. El agresor huyó cuando un conductor se detuvo para auxiliar a las víctimas. La fiscal reclama indemnizaciones por las secuelas, perjuicios sufridos y el daño moral infligido: 4.325 para uno y 6.225 para el otro.