Alarma en el comercio por los hurtos: “Ahora se encargan”

El parque de San Lázaro, una de las zonas en las que suceden más hurtos.
photo_camera El parque de San Lázaro, una de las zonas en las que suceden más hurtos.
Las asociaciones de comerciantes piden que se endurezcan las penas para evitar la reincidencia

Los hurtos son el delito que más aumentó durante el primer semestre de este año, un 66,2%. En solo seis meses, en la provincia, se denunciaron 836. Uno de los colectivos que se muestra más perjudicado es el de los comerciantes de la zona centro de Ourense. Utilizando el método del despiste, los autores entran en los comercios, esperan a que el propietario esté atendiendo o fuera de su campo de visión y afanan lo que pueden en la mayor brevedad. 

Los negocios más afectados son los que venden electrónica, ya que los artículos tienen buena reventa en internet. Sin embargo, en los últimos meses, comerciantes y policías, observan una nueva modalidad: el hurto por encargo. 

 Adictos a las drogas, el perfil más habitual, frecuentan, a petición de un tercero, los supermercados de la ciudad, hurtan y llevan los productos a sus respectivos barrios para revenderlos en el “mercado negro”. Fuentes de la Policía Nacional señalan que, en concreto, sustraen útiles empleados en el consumo de drogas (papel de aluminio, talco, alcohol …). Además, precisan que la reventa ocurre, sobre todo, en el barrio de Covadonga.

Preocupa la llegada del invierno

Luis Rivera, presidente de la asociación Centro Comercial Aberto, indica que entre los negocios del centro existe cierta preocupación por los hurtos que se puedan producir durante el invierno: “Cuando los días empiecen a ser más cortos y la ciudad esté más oscura, será más fácil que se multipliquen. Creemos que se sería conveniente elaborar un plan específico para estas fechas”, apunta.

También lamenta  que “hay muchas tiendan que tendrán hándicaps a mayores porque no cuentan con medidas de seguridad”.

Desde su punto de vista, la solución más lógica para el problema de los hurtos pasa por endurecer las penas: “Tendrán que bajar el límite de los 400 euros para los hurtos porque los autores son reincidentes, ya saben a lo que se enfrentan y lo vuelven a hacer”, explica Rivera.

Con él coincide Daniel Montero, propietario de un céntrico gimnasio, quien señala que “los que ejecutan estos delitos conocen a la perfección el Código Penal, no hay consecuencias de sus actos. Habrá que cambiar las leyes para finalizar con esta lacra”.

Explica que en una ocasión pararon “justo a tiempo” a un hombre que se dirigía a su negocio con intención de robar en las taquillas. “Se coló en un descuido, pero no le dio tiempo ni a entrar en los vestuarios. Sin embargo, sabemos que existen este tipo de hurtos, siempre protagonizados por las mismas personas”, relata Montero.

Muchos de estos malhechores se reúnen en el parque de San Lázaro  y, además de actuar en locales, extraen objetos personales a viandantes o usuarios de los bares. 

Además de los hurtos, los robos con violencia e intimidación en establecimientos también subieron en este primer semestre y pasaron de 39 a 46. La diferencia entre hurto y robo es que el primero se produce sin intimidación ni violencia, mientras que en los segundos media, como mínimo, la fuerza. 

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