La primera alerta fue de vecinos de la calle Xoán de Porres
Los bomberos de la ciudad se movilizaron en dos ocasiones en la tarde de ayer por un fuerte olor a gas que alarmó al vecindario. La primera alerta fue de vecinos de la calle Xoán de Porres. Los efectivos acudieron de inmediato al lugar pero no encontraron ninguna fuga. Acto seguido, midieron el grado de contaminación en el ambiente pero no detectaron la presencia de gas.
Los bomberos nada más llegar a su base recibían una nueva alerta, en este caso en la rúa Xoán de Novoa, pero la alerta también resultó ser falsa dado que no encontraron ni fuga ni contaminación en el aire.