El Gordo del Sorteo de Navidad de este año, el 76.058, estuvo muy repartido y llevó la alegría a 69 localidades en 31 provincias españolas y en Ceuta, aunque los más agraciados fueron los vecinos de Alcalá de Henares (Madrid), donde se vendieron la mayoría de las series.
El premio más esperado también fue el primero en salir este año en el sorteo que se celebró en el Teatro Real. A las 10,07 horas, el niño Ismael Rastrelli leía este número durante la tercera tabla y su compañera Sherley Fonseca daba la sorpresa cantándolo como el Gordo, que otorga cuatro millones de euros por serie, 400.000 euros al décimo.
Pocos minutos después de conocerse el número empezó el goteo de celebraciones en las numerosas administraciones de lotería y locales con máquinas expendedoras que vendieron el 76.058. La mayor fiesta se dio en Alcalá de Henares. Y es que en el histórico municipio madrileño se habían consignado 130 de las 180 series del número, que si se vendieron en su totalidad habrán repartido 520 millones de euros.
Hasta la administración de la calle Chorrillo se acercó uno de los mayores afortunados, Antonio Ortega, un pintor jubilado que compró diez décimos del Gordo: tres se los guardó él y el resto los repartió entre sus dos hijos y familiares. En total, cuatro millones de euros. Ortega empleará buena parte del Gordo para arreglar su vivienda o comprarse otra, pero también tiene claro, y se emociona cuando lo comenta, que va a dedicar parte de este dinero a ayudar a un amigo.
RUMANO Y TRES AÑOS EN PARO
Entre los afortunados de Alcalá de Henares estaba también Voica Cristian, un rumano de treinta años que lleva tres en paro y tres meses sin cobrar prestación, así que los 400.000 euros de su décimo le van a 'a cambiar la vida'.Lo mismo les pasa a Noelia Ortega y Luis Acosta. La pareja lloraba de emoción mientras recordaban que ella está en paro desde agosto y él -electricista- desde hace un año.
Y también le tocó a Francisco Javier, propietario de un bar en vacas flacas por la crisis y que estaba 'asfixiado' por los préstamos. Él, su mujer y sus dos hijos ya lo están celebrando.
La felicidad está en otros lugares como Alaquas (Valencia). Javier Bernabéu, responsable de la administración, recordó que en los treinta años que lleva abierta habían dado todos los premios menos el Gordo y ayer por fin repartió una serie entera. Igualmente contaban con una serie otras administraciones de Burgo de Osma (Soria), Barcelona, Madrid y Manises (Valencia), que por eso repartieron cuatro millones cada una.
Pero el mayor reparto geográfico aunque eso sí, en pequeñas dosis, lo lograron las máquinas, instaladas en todo tipo de establecimientos como librerías, estancos o bares. En estos locales lo habitual fue vender un solo décimo al azar, como el que le tocó a la propietaria de una confitería en la pedanía murciana de Cabezo de Torres, aunque un establecimiento de Benidorm (Alicante) repartió repartido seis fracciones.
Pocos minutos después de conocerse el número empezó el goteo de celebraciones en las numerosas administraciones de lotería y locales con máquinas expendedoras que vendieron el 76.058. La mayor fiesta se dio en Alcalá de Henares. Y es que en el histórico municipio madrileño se habían consignado 130 de las 180 series del número, que si se vendieron en su totalidad habrán repartido 520 millones de euros.
Hasta la administración de la calle Chorrillo se acercó uno de los mayores afortunados, Antonio Ortega, un pintor jubilado que compró diez décimos del Gordo: tres se los guardó él y el resto los repartió entre sus dos hijos y familiares. En total, cuatro millones de euros. Ortega empleará buena parte del Gordo para arreglar su vivienda o comprarse otra, pero también tiene claro, y se emociona cuando lo comenta, que va a dedicar parte de este dinero a ayudar a un amigo.
RUMANO Y TRES AÑOS EN PARO
Entre los afortunados de Alcalá de Henares estaba también Voica Cristian, un rumano de treinta años que lleva tres en paro y tres meses sin cobrar prestación, así que los 400.000 euros de su décimo le van a 'a cambiar la vida'.Lo mismo les pasa a Noelia Ortega y Luis Acosta. La pareja lloraba de emoción mientras recordaban que ella está en paro desde agosto y él -electricista- desde hace un año.
Y también le tocó a Francisco Javier, propietario de un bar en vacas flacas por la crisis y que estaba 'asfixiado' por los préstamos. Él, su mujer y sus dos hijos ya lo están celebrando.
La felicidad está en otros lugares como Alaquas (Valencia). Javier Bernabéu, responsable de la administración, recordó que en los treinta años que lleva abierta habían dado todos los premios menos el Gordo y ayer por fin repartió una serie entera. Igualmente contaban con una serie otras administraciones de Burgo de Osma (Soria), Barcelona, Madrid y Manises (Valencia), que por eso repartieron cuatro millones cada una.
Pero el mayor reparto geográfico aunque eso sí, en pequeñas dosis, lo lograron las máquinas, instaladas en todo tipo de establecimientos como librerías, estancos o bares. En estos locales lo habitual fue vender un solo décimo al azar, como el que le tocó a la propietaria de una confitería en la pedanía murciana de Cabezo de Torres, aunque un establecimiento de Benidorm (Alicante) repartió repartido seis fracciones.
