La brecha judicial entre la inmobiliaria Flager y tres reversionistas que reclaman derechos de propiedad sobre la finca Santamariña fue contestada ayer por el alcalde de la ciudad con un 'lo que mal empieza, mal acaba'. Francisco Rodríguez apeló al entendimiento para lograr una solución que desbloquee el conflicto, que mantiene en suspenso la implantación de El Corte Inglés.
'Espero que haxa solucións porque os compromisos existentes afectan á cidadanía', destacando que no sólo peligra la implantación de un centro comercial sino también la creación de puestos de trabajo, un auditorio al aire libre, un centro social y vivienda pública. Rodríguez abogó por una pronta resolución pese a que entiende que se trata de 'un conflicto entre particulares', que no afecta a la intención del Concello de construir en la finca de Mariñamansa un centro deportivo.
