Aunque todavía no ha pasado un mes desde el pleno extraordinario para su reprobación, el alcalde de la ciudad, Agustín Fernández, volverá a exponerse mañana, en la sesión ordinaria, al reproche de la oposición municipal.
El PP reitera la petición de reprobación, que no tiene trascendencia legal aunque sí acarrea un notable desgaste político en este caso, en una moción de urgencia que se debatirá en el pleno y que dará al BNG la oportunidad de rectificar su votación del pasado 9 de mayo, en la que sus tres votos evitaron que prosperase la desaprobación del regidor que pedían los populares; a cambio de unas condiciones, que el regidor no cumplió.
Los nacionalistas llevan días asegurando que, de ser ahora, habrían apoyado la reprobación de la gestión de un gobierno que, según ellos, 'cae polo seu propio peso'. Argumentan que el PSOE no cumplió esas condiciones fijadas por su consello local para evitar la reprobación y que pasaban, entre otras cosas, por asumir responsabilidades políticas por los gastos impropios en alcohol y comidas con cargo al fondo del grupo municipal socialista. Lejos de imponer renuncias o dimisiones -entonces el BNG se contentaba con la salida de Antonio López Vallejo, asesor del grupo de gobierbo-, el nombramiento, por el alcalde, de Carmen Rodríguez como personal eventual de confianza (coordinadora de grupo municipal), justo el día en el que cesaba como concejala no electa por una sentencia del Tribunal Constitucional, avivó el distanciamiento de los nacionalistas con el gobierno socialista e incrementó la polémica.
Ahora, ante la oportunidad de rectificar aquel voto, que le pone el PP en bandeja, haciendo así que se posicione formalmente en el seno de la Corporación, el portavoz del BNG, Xosé Somoza, asegura que ya no tiene 'ningunha dúbida de que esa -apoyar la reprobación de Agustín Fernández- vai ser a posición do BNG'. Para él, 'non hai agora mesmo ningún elemento que nos poida facer cambiar, de aquí (por ayer) ó venres, a nosa actitude, se non é un cambio de tal maneira que a cidade perciba que empeza de cero o goberno de Ourense'.
Agustín Fernández respondía ayer a la moción de urgencia que le reprobará instando al PP y, más concretamente, a su portavoz, Rosendo Fernández, a presentar una moción de censura. 'Se quere gobernar esta cidade, teno moi fácil, que se deixe de tonterías, de reprobacións que son fogos de artificio' y presente su proyecto de ciudad; 'faga unha moción de censura, consiga a maioría e entón será o alcalde de Ourense', le retó.
En esa mayoría, los tres concejales del BNG son la clave, tanto para los socialistas -que lograron la alcaldía con sus votos- como para el PP, pues ambos tienen 11 ediles en la Corporación. A ellos, como exsocios de gobierno durante seis años, les pidió ayer el regidor que miren hacia atrás y 'que se incorporen ó goberno e defendan os proxectos que naceron co seu apoio'. Para el socialista, las reprobaciones propuestas por el PP -el 9 de mayo pedía, además, la dimisión del alcalde- 'so serven para desgastar ó goberno' pero no son la solución a los problemas de la ciudad ni mejoran la calidad de vida de sus vecinos. Por ello, propone como posibles alternativas 'a moción de censura, que apoien ó goberno ou que fiscalicen ó goberno. Pero non se pode gobernar dende a oposición sen asumir responsabilidades', indicó.
'MÁIS CEDO QUE TARDE'
Con todo, el secretario xeral del PSOE, Pachi Vázquez, aseguró ayer que el alcalde realizará 'máis cedo que tarde' un proceso de 'remodelación', emplazando a los nacionalistas a decidir 'se colaboran coa dereita ou coa esquerda'. No obstante, Vázquez cree que su partido será capaz de 'atopar puntos de unión' con el BNG.
Con la presentación de esta moción de urgencia, el PP no sólo desgasta al gobierno minoritario socialista sino que pretende obligar al BNG a reaccionar y posicionarse en el pleno como lo ha venido haciendo estos días en diversas intervenciones públicas. Porque hasta ahora, afirmaba ayer Rosendo Fernández, los amagos nacionalistas de retirar el apoyo al alcalde 'foron ínfulas sen fundamento nin valentía'.
Los nacionalistas llevan días asegurando que, de ser ahora, habrían apoyado la reprobación de la gestión de un gobierno que, según ellos, 'cae polo seu propio peso'. Argumentan que el PSOE no cumplió esas condiciones fijadas por su consello local para evitar la reprobación y que pasaban, entre otras cosas, por asumir responsabilidades políticas por los gastos impropios en alcohol y comidas con cargo al fondo del grupo municipal socialista. Lejos de imponer renuncias o dimisiones -entonces el BNG se contentaba con la salida de Antonio López Vallejo, asesor del grupo de gobierbo-, el nombramiento, por el alcalde, de Carmen Rodríguez como personal eventual de confianza (coordinadora de grupo municipal), justo el día en el que cesaba como concejala no electa por una sentencia del Tribunal Constitucional, avivó el distanciamiento de los nacionalistas con el gobierno socialista e incrementó la polémica.
Ahora, ante la oportunidad de rectificar aquel voto, que le pone el PP en bandeja, haciendo así que se posicione formalmente en el seno de la Corporación, el portavoz del BNG, Xosé Somoza, asegura que ya no tiene 'ningunha dúbida de que esa -apoyar la reprobación de Agustín Fernández- vai ser a posición do BNG'. Para él, 'non hai agora mesmo ningún elemento que nos poida facer cambiar, de aquí (por ayer) ó venres, a nosa actitude, se non é un cambio de tal maneira que a cidade perciba que empeza de cero o goberno de Ourense'.
Agustín Fernández respondía ayer a la moción de urgencia que le reprobará instando al PP y, más concretamente, a su portavoz, Rosendo Fernández, a presentar una moción de censura. 'Se quere gobernar esta cidade, teno moi fácil, que se deixe de tonterías, de reprobacións que son fogos de artificio' y presente su proyecto de ciudad; 'faga unha moción de censura, consiga a maioría e entón será o alcalde de Ourense', le retó.
En esa mayoría, los tres concejales del BNG son la clave, tanto para los socialistas -que lograron la alcaldía con sus votos- como para el PP, pues ambos tienen 11 ediles en la Corporación. A ellos, como exsocios de gobierno durante seis años, les pidió ayer el regidor que miren hacia atrás y 'que se incorporen ó goberno e defendan os proxectos que naceron co seu apoio'. Para el socialista, las reprobaciones propuestas por el PP -el 9 de mayo pedía, además, la dimisión del alcalde- 'so serven para desgastar ó goberno' pero no son la solución a los problemas de la ciudad ni mejoran la calidad de vida de sus vecinos. Por ello, propone como posibles alternativas 'a moción de censura, que apoien ó goberno ou que fiscalicen ó goberno. Pero non se pode gobernar dende a oposición sen asumir responsabilidades', indicó.
'MÁIS CEDO QUE TARDE'
Con todo, el secretario xeral del PSOE, Pachi Vázquez, aseguró ayer que el alcalde realizará 'máis cedo que tarde' un proceso de 'remodelación', emplazando a los nacionalistas a decidir 'se colaboran coa dereita ou coa esquerda'. No obstante, Vázquez cree que su partido será capaz de 'atopar puntos de unión' con el BNG.
Con la presentación de esta moción de urgencia, el PP no sólo desgasta al gobierno minoritario socialista sino que pretende obligar al BNG a reaccionar y posicionarse en el pleno como lo ha venido haciendo estos días en diversas intervenciones públicas. Porque hasta ahora, afirmaba ayer Rosendo Fernández, los amagos nacionalistas de retirar el apoyo al alcalde 'foron ínfulas sen fundamento nin valentía'.
