Los padres dejaron de matricular a sus hijos en Gomesende ante la orden de Educación de reagruparlos pese a la gran diferencia de edad

Alcaldes rurales consideran un drama el cierre de los colegios

El curso escolar de Educación Infantil y Primaria comenzará mañana en la provincia con 246 alumnos más respecto al año pasado, alcanzando los 19.133. Sin embargo, el número de centros educativos ha descendido en tres. Dos de ellos, la escuela unitaria de Larouco y el colegio Rosalía de Castro de Gomesende, están confirmados por la Xunta, mientras que el tercero sigue sin un nombre concreto aunque desde el departamento de prensa de la Delegación Territorial apuntan la posibilidad de que sea el 'Madre de Dios' de Sobrado do Bispo, privado.
A pesar de que se puso también en duda la escuela unitaria de Baltar, su alcade, José Antonio Feijóo, lo ha desmentido asegurando contar con el 'compromiso' por parte de los dirigentes de la Consellería de que se mantendrá este curso, 'e espero que os seguintes', precisó. De este modo, el número de matriculados ronda la decena, mientras que la ratio mínima para mantener una escuela unitaria se sitúa en seis alumnos, todos ellos en la misma clase, de tal forma que estudiantes de primer curso acuden a clase con los más mayores. Para Feijóo, los centros educativos son 'un dos elementos máis necesarios para manter o medio rural, que entre todos estamos condenando á desaparición'. En caso de que la supresión del colegio llegase en algún momento, 'levaría un gran disgusto', confiesa el regidor de Baltar, del PP, porque significaría, sin lugar a dudas, 'destruir a zona rural un pouco máis'.

Paralelamente, sí está confirmado que el colegio de Gomesende ya no acogerá este año a los alumnos locales ni a los de Quintela de Leirado. A pesar de que Educación se escuda en que fueron los padres quienes solicitaron el cierre, lo cierto es que la mayor parte tenían intención de cambiar a sus hijos de centro por la reducción de profesorado impuesta por la Consellería, que obliga a juntar en las mismas clases a niños de diferentes edades. Para José Antonio Pérez, alcalde de Quintela, la noticia es 'triste', pero señala al 'buen recibimiento' de la decisión al ser adoptada por los padres. Ahora, Educación deberá establecer una red de transporte hacia Ramirás y Celanova para los pequeños.

Quienes se muestran radicalmente contrarios a las medidas de recorte de la Xunta son los sindicatos. En este caso, la CIG lamenta, además del cierre de colegios y de todo el desmantelamiento del rural, la reducción del profesorado, que cifran en 1.000 en toda Galicia. La Consellería asegura no estar todavía en posesión de los datos definitivos de este colectivo, todo ello a tan sólo un día de que comience el curso.

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