La Comisión A-56, que agrupa a alcaldes de municipios por los que pasará la futura autovía entre Ourense y Lugo, reclama que se continúe trabajando por la ejecución de la citada carretera que consideran fundamental para articular el desarrollo del interior de Galicia, y que permanece paralizada desde hace casi dos años.
Amador Vázquez, regidor de Vilamarín y miembro de esta comisión, explicaba ayer que 'temos que traballar para que se reactive a A-56 e non caia no esquecemento', indicando que 'aínda que comprendemos a situación económica, seguimos reivindicando a súa construcción tanto co Goberno anterior coma co de agora'.
Los presupuestos del Estado para el presente año recogen cuantías simbólicas para la autovía, lo que, a su juicio, muestra al menos que no se descarta la obra. 'Non estamos satisfeitos, pero si esperanzados en que o ano que ven se poida aumentar a partida para a autovía'. De hecho, han transmitido su petición a Fomento y la Xunta, a través de cartas remitidas a sus titulares.
La construcción de la A-56 comenzó en 2010 en un tramo del trazado, en concreto, los 10 kilómetros entre San Martiño y A Barrela (en el límite de las provincias de Ourense y Lugo), pero las obras se suspendieron a los cuatro meses de su comienzo. Los presupuestos de 2012 cuentan con una partida específica para este tramo de 2,5 millones, pero el alcalde apunta que las obras siguen rescindidas. Además, el importe es escaso con respecto al coste total del tramo, que asciende a 32,2 millones.
ORGANIZACIÓN
La Comisión A-56 fue constituida a finales del pasado mes de febrero por alcaldes de una decena de municipios (entre ellos los ourensanos de Coles, A Peroxa y Vilamarín), organizaciones empresariales y Cámaras de Comercio de ambas provincias. Los integrantes de la comisión sostienen que es fundamental para el desarrollo de los parques empresariales de la zona, así como para la conexión directa con la Transcantábrica.
Los presupuestos del Estado para el presente año recogen cuantías simbólicas para la autovía, lo que, a su juicio, muestra al menos que no se descarta la obra. 'Non estamos satisfeitos, pero si esperanzados en que o ano que ven se poida aumentar a partida para a autovía'. De hecho, han transmitido su petición a Fomento y la Xunta, a través de cartas remitidas a sus titulares.
La construcción de la A-56 comenzó en 2010 en un tramo del trazado, en concreto, los 10 kilómetros entre San Martiño y A Barrela (en el límite de las provincias de Ourense y Lugo), pero las obras se suspendieron a los cuatro meses de su comienzo. Los presupuestos de 2012 cuentan con una partida específica para este tramo de 2,5 millones, pero el alcalde apunta que las obras siguen rescindidas. Además, el importe es escaso con respecto al coste total del tramo, que asciende a 32,2 millones.
ORGANIZACIÓN
La Comisión A-56 fue constituida a finales del pasado mes de febrero por alcaldes de una decena de municipios (entre ellos los ourensanos de Coles, A Peroxa y Vilamarín), organizaciones empresariales y Cámaras de Comercio de ambas provincias. Los integrantes de la comisión sostienen que es fundamental para el desarrollo de los parques empresariales de la zona, así como para la conexión directa con la Transcantábrica.
