Una aldea de Monterrei aspira a ser indestructible al fuego

Como la famosa aldea galega de Astérix y Obélix, la única que resiste a los romanos. Así pretende ser Infesta (Monterrei), la aldea que se rodeará de un gran cortafuegos recuperando tierras abandonadas y pretende hacerse indestructible frente a los incendios forestales. La Xunta participa en un proyecto transfronterizo llamado “Paisactivo” que buscará reducir el riesgo de incendios forestales a través de la gestión sostenible del agroforestal y con la dinamización de las comunidades locales creando paisajes cortafuegos que aíslen a dos aldeas, una ourensana y otra portuguesa, de los incendios. La iniciativa, que será aprobada en el Consello da Xunta, nace del trabajo conjunto entre la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader), la Comunidad Intermunicipal Tâmega y Sousa, las universidades de Oporto y de Santiago de Compostela, la Fundación Juana de Vega, la Direçao Geral do Território lusa, el Município de Baião y el Concello de Monterrei. El proyecto, dotado con un presupuesto de 1,6 millones de euros a través de fondos europeos, está basado en la necesidad de reactivar la gestión activa del espacio rural con el fin de incrementar la resiliencia del territorio y mejorar la adaptación al cambio climático. Entre los objetivos, está la implantación de dos proyectos piloto, uno en el concello ourensano de Monterrei y otro en la localidad portuguesa de Baião , impulsándose a partir de palancas como la Lei de recuperación da terra agraria de Galicia y el Plan de Transformaçao da Paisagem luso. “Paisactivo” busca reducir la vulnerabilidad del territorio ante el riesgo de incendios forestales mediante la puesta en valor y la mejora de la gestión sostenible de los terrenos agroforestales al tiempo que se protegen y dinamizan los asentamientos rurales. El proyecto, dotado por las entidades implicadas a través de la captación de fondos europeos, está cofinanciado por el programa POCTEP de la Unión Europea, cuenta con un presupuesto global de 1.581.486 euros -de los que 584.000 euros corresponden a la aportación de la Xunta- y con un periodo de ejecución que finaliza en el 2026. La iniciativa se hará visibilizando los aprovechamientos agroforestales que pongan en valor la biomasa, generando modelos de gobernanza que dinamicen las comunidades locales e impulsen la cooperación entre propietarios, vecinos, emprendedores y administraciones y, finalmente, definiendo una visión conjunta de las aldeas y su contexto territorial. Actividades El proyecto establece unos objetivos específicos. En primer lugar, la mejora y la innovación a partir del aprendizaje y el intercambio de experiencias en el ecosistema transfronterizo, de los instrumentos para la gestión resiliente del espacio rural, en particular de aquellos para recuperar tierras abandonadas, así como capacitar a los equipos técnicos y otros actores de la planificación y ejecución.