La Fundación Germán Estévez pretende que las empresas soterren todo su cableado para minimizar el impacto ambiental

Alegan para evitar nuevas centrales de Iberdrola y Fenosa en los ríos

Central de San Estevo, en el Sil, en la que Iberdrola esta ultimando la ampliación de potencia (Foto: José Paz)
Aprovechar el Plan Hidrológico del Miño-Sil para 'desagraviar ós nosos ríos' es el objetivo que plantearon las asociaciones ecologistas en las alegaciones al citado documento, que va a regular la gestión del agua en la cuenca para conseguir su adecuada protección.
El citado plan estuvo en exposición pública desde mediados de diciembre hasta la pasada semana, periodo en el que presentaron 60 alegaciones, según indicaba ayer la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, relativas a demanda del agua, caudales ecológicos, aprovechamientos hidroeléctricos, zonas protegidas o usos recreativos, entre otras; todas ellas interpuestas por grupos ecologistas, concellos, asociaciones y hasta particulares. La administración estudiará ahora las alegaciones, con el objetivo de que el Plan Hidrológico definitivo pueda aprobarse en enero de 2012.

Es ahí, en esas alegaciones presentadas, donde los colectivos ecologistas pretenden poner freno a las obras previstas por las hidroeléctricas, particularmente en las aguas del Sil, donde Iberdrola continúa tramitando o desarrollando las ampliaciones de dos presas, y en el Miño, donde tiene varios proyectos Gas Natural-Fenosa.

Así, Adega sostiene que este plan hidrológico es el que debería rematar con esas agresiones y 'correxir as desfeitas de Iberdrola e Fenosa' (que explotan la mayoría de centrales hidroeléctricas). En concreto, propone un plan de restauración y mejora de los ecosistemas fluviales para recuperar el régimen hidrológico natural y la continuidad del río, eliminando los obstáculos que para que las especies acuáticas migratorias puedan moverse por toda la cuenca. Sobre las centrales hidráulicas propone que el plan declare la cuenca 'libre de aprovechamientos', paralizando nuevas concesiones y la ampliación de las existentes.

En un sentido similar se pronuncia la Fundación Germán Estévez, entidad que también ha desarrollado un intenso trabajo de protección de los ríos Miño y Sil. Esta última asociación propone que se paralice la ampliación de las centrales de Belesar y Peares (ambas de Fenosa). Reclama, asimismo, el soterramiento del cableado de alta tensión de Red Eléctrica, Iberdrola y Fenosa, para evitar el impacto ambiental que ocasionan. Otra de sus alegaciones pide que el organismo que emita la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) 'sexa o máis independente posible'.


NO MÁS EN EL CAÑÓN DEL SIL

La Fundación solicita que se rechace la petición de Iberdrola para construir una central de bombeo en el Cañón del Sil, que consiste en instalar una toma de agua en el embalse de Santo Estevo y, a través de una conducción en la ladera de los cañones, subirla a una balsa situada a mayor altura, para turbinarla en momentos de mayor demanda de energía. Germán Estévez, presidente de la citada fundación, sostiene que 'tendo en conta a legalidade', esa instalación nunca se podrá autorizar, opinión en la que también coincide Xan Carlos Fernández, de Adega.

De hecho, la primera ubicación que planteó Iberdrola para la balsa fue rechazada por Medio Ambiente y, aunque la compañía afirma que está buscando otra, cuatro años después sigue sin presentarla.

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