"Se puso muy violento y si no llegamos a intervenir pega una paliza a la profesora por el simple hecho de pedirle que se sentara adecuadamente". Así lo contaba ayer uno de los alumnos del Instituto Portovello, que en la tarde del lunes se enfrentaron a un compañero durante una clase de adultos de Comercio Internacional, después de que amenazara e intentara golpear a la profesora y agredir a un compañero, de 20 años, natural de Senegal.
En el centro de enseñanza, situado en pleno barrio de As Lagoas, imperaba ayer la normalidad. "El ambiente estudiantil es fantástico, no suele haber ningún tipo de problema y menos violento", aseguraban a dúo varios estudiantes que sobre las 11,30 horas accedían con sus libros a las instalaciones.
Los estudiantes que asistían el lunes a la clase de Comercio Internacional no se acaban de explicar la actitud violenta de su compañero, de 41 años. "Habitualmente no suele haber problemas. Hay buen ambiente", comentan, y optan por el anonimato ante el temor a posibles represalias. Pero la tranquilidad se vio alterada el lunes y la profesora acabó denunciando al presunto agresor por amenazas ante el Cuerpo Nacional de Policía. La docena de alumnos que había en la clase también denunciaron los hechos, por la agresión a un compañero que tuvo que ser asistido por personal médico en un centro sanitario.
La profesora presentó una denuncia por amenazas y los alumnos, otra por agresión a uno de
los compañeros
La Policía Nacional mantiene una investigación abierta para esclarecer los hechos, después de intervenir en el altercado y trasladar al presunto agresor (ayer no había sido detenido) a las dependencias policiales. El alumnado pidió que su compañero (el presunto agresor) sea castigado como se merece al tiempo que se oponían a compartir aula con él. "Nunca estuvo integrado y por su actitud es una persona racista", comentan.
Gritos racistas
El presunto agresor, durante el enfrentamiento, profirió gritos ofensivos para las personas de raza negra y procedentes de países sudamericanos, al tiempo que aseguraba que votaría a Vox para que los expulsara del país. Entre el alumnado hay personas de varias nacionalidades y con edades que van desde los 20 hasta los 50 años.
La dirección del centro educativo, según dio a conocer su director, Abel Ocampo, abrió un expediente disciplinario al presunto agresor por una falta grave que podría concluir con la expulsión, que ya podría ser efectiva desde el pasado lunes. "Problemas como este vamos a cortarlos de raíz", aseguró el director.
Mientras, la delegada territorial de la Xunta, Marisol Díaz Mouteira, lamentaba lo sucedido en el centro educativo al tiempo que recordaba que el alumno se enfrenta a un expediente de expulsión. "Es un hecho puntual y excepcional sobre el que prima la convivencia y el buen ambiente que hay en el centro educativo", afirmó.