El alza de precios dispara la petición de ayudas a Cáritas en Ourense

El encarecimiento de los productos que conforman la cesta de la compra provoca serios problemas en Cáritas O Barco. Son muchas las familias que tienen verdaderas dificultades para adquirir los productos más básicos y, paralelamente, cada vez son menos los artículos recogidos en las campañas solidarias. Entre los días 1 de enero y 3 marzo de 2022, el número de servicios prestados por Cáritas sumó 683, un dato que fue ampliamente superado este año, cuando alcanzaron los 1.407, o lo que es lo mismo, la cifra aumentó un 106 %. A su vez, las peticiones de ayuda recibidas en la ONG diocesana pasaron de 209 a 360, lo que supone un incremento superior al 72 %. Más datos de la difícil situación a la que se enfrenta Cáritas de la unidad pastoral de O Barco. Si hace un año, los solicitantes de ayudas fueron 74 y 163 los miembros de estas familias, en estos momentos, esos mismos datos aumentaron hasta 237 y 340, respectivamente, dos cifras que suponen incrementos del 46 % y 43 %, respectivamente. El aumento de las peticiones de ayuda podría ser aliviado por unas campañas solidarias de recogida de alimentos que siguiesen la misma tendencia. Sin embargo, la situación es la contraria, y aquellas personas que acostumbraban a realizar donativos de alimentos los redujeron al pasar apuros para llegar a final de mes. Incluso los supermercados toman medidas y ya no aportan tanto alimento fresco como antes de que la inflación se disparase. El ejemplo lo ofrece la conocida Operación Kilo, que se desarrolla entre el 1 de diciembre y el 15 de enero. Hace un año, las estanterías de Cáritas barquenses eran ocupadas por 3.248 kilos de productos, un 20 % más que los 2.600 reunidos este año. “Antes, estábamos abastecidos para seis meses y ahora no llenamos las estanterías”, comentó Isabel Álvarez, trabajadora social de Cáritas. De ahí que agradezca el “gesto solidario” de Mercadona, cuando respondió a su petición de ayuda entregando 1.248 kilos de productos de alimentación, una solidaridad que también llega desde el ponferradino Banco de Alimentos del Sil. Así las cosas, la ONG hizo un llamamiento para conseguir pastas, arroz, aceite, legumbres, azúcar o conservas. Las necesidades aumentan y disminuyen los donativos Cáritas Verín acusa un aumento de demandantes de ayuda y, a su vez, la subida de los precios hace que las donaciones “non cheguen”, dijo el párroco, José Antonio Rodríguez, quien lamentó que “o diñeiro que chegaba para a compra agora non basta. Hai diñeiro, pero para menos cousas”. En agosto del 2022 atendió a 30 familias y ahora a más de 40. En Xinzo, Cáritas ayudó a 94 familias y semanalmente puede atender a unas 50. La cifra preocupa a Tomás Delgado, párroco de Xinzo: “Cada vez as cousas están máis caras. A xente vén menos a misa e o seu poder adquisitivo é menor pola subida de prezos”. No pierde la esperanza: “Temos diñeiro aforrado co que imos aguantando e unha axuda moi importante do supermercado Eroski”. En Allariz, el párroco Adrián Rodríguez, afirma que la situación no es buena: más demanda y menos donaciones. “O que notamos é moito aumento de demandantes e as colectas para Cáritas vanse aminorando porque a xente ten menos poder adquisitivo”. Hasta hace poco atendía una media mensual de 30 familias y ya son más de 40. El párroco de Carballiño, Jorge Juan Pérez, afirma que aumentó el número de demandantes de ayuda a Cáritas y San Vicente de Paúl, al mismo tiempo que cayeron los ingresos. Reciben cerca de 20.000 euros al año de las instituciones pero el gasto alcanzó los 40.000 y se cubre con aportaciones de los fieles en la iglesia, donativos directos y ahorros de la ONG que, si hacía repartos semanales, desde diciembre son diarios, incluída la donación de Mercadona. En Celanova, Cáritas atiende a unas 90 familias, con 224 usuarios. La cifra crece y no incluye a las 5 o 6 familias que reciben ayuda hasta establecerse.