Durante las primeras 48 horas, el operativo de búsqueda de María del Carmen Rodríguez constó de un gran despliegue por tierra y aire, en el que Guardia Civil, drones, GES, perros, Protección Civil y cientos de vecinos trataron de seguir el rastro de la octogenaria desaparecida. Ahora, los efectivos de búsqueda son menos, pero sus vecinos de Trasalba han decidido no rendirse. Este sábado, tras autoorganizarse por redes sociales, se reunieron a las 9,30 horas en el pazo museo de Otero Pedrayo y peinaron una vez más el núcleo para buscar a María del Carmen bajo la lluvia. La implicación que mostraron todos ellos parecía un homenaje simbólico a las novelas de Pedrayo, donde la aldea, concretamente la de Trasalba, y sus habitantes, aparecían representados como un ente colaborativo y cohesionado.
El alcalde de Amoeiro, Luis González, afirmó que la batida "fue una reclamación vecinal. Nos queda una espina y no tenemos razón para no salir a buscarla otra vez". Durante todo el día y hasta que llegó la noche cerrada, los vecinos se volcaron incansablemente. A ellos se unió la Guardia Civil y agentes de montaña.
Sin embargo, María del Carmen no dejó pista alguna y la búsqueda volvió a dar resultados negativos. Por la mañana, los participantes recorrieron nuevamente las mismas carreteras, "por si acaso. Pero está todo ya muy caminado. Buscamos también en los terraplenes, pero María del Carmen pesaba muy poco y debería estar cerca de la cima", decía González. La tarde, la dedicaron a vaciar pozos y una serie de balsas cercanas a la vivienda de la desaparecida ayudados por motobombas. Pero ni con esas hubo suerte en la búsqueda.
La octogenaria fue vista por última vez el miércoles a las 22,00 horas en su vivienda, donde su hijo había acudido a hacerle una visita. A la mañana siguiente ya no estaba allí, y su asistenta avisaba a emergencias de su desaparición. Padece un deterioro cognitivo, pero acostumbraba a caminar largas distancias por las mañanas. Por el momento, no se plantea abandonar el dispositivo: la búsqueda continúa.
10 desaparecidos desde 2013
Desde 2013, en la provincia de Ourense constan, en el registro de la Guardia Civil, diez personas que todavía no han aparecido. María del Carmen no es la primera persona de avanzada edad que desaparece en el rural. En Allariz, desapareció en 2013 Antonio Chantrero, de 96 años y, en 2017, Julio Fernández, de 94. Ese mismo año, desaparecía también Ervigio Carrera, igualmente nonagenario en Carballeda de Valdeorras. Según fuentes de la Guardia Civil que participaban en la búsqueda de Amoeiro: "Es común que personas mayores salgan a caminar y se desorienten. Las primeras horas de búsqueda son muchas veces cruciales", explican.
De las 10 personas que siguen sin aparecer, siete lo han hecho por enfermedad. Tan solo tres, las más jóvenes, lo han hecho de forma voluntaria. Entre ellas se encuentra una menor, Claudia Gómez, de 17 años, de la que no hay noticias desde el 11 de noviembre. Además hay un caso con ubicación fuera de la provincia: Francisco Barreira desaparecía en 2003 en Reino Unido, y su familia denunciaba su desaparición 13 años más tarde
