La mujer, de 84 años, fue golpeada por los asaltantes, que se llevaron un botín de 800 euros de su casa en A Veiga das Meás

Una anciana de Vilardevós, tercera víctima este mes de encapuchados

María Fernández, en su vivienda de A Veiga das Meás, en el municipio de Vilardevós. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Los encapuchados irrumpieron en escena de nuevo. La tercera vez en lo que va de mes, aunque la Guardia Civil cree, por el momento, en que el único nexo en común en todos los robos son los pasamontañas con los que se ocultan los autores y el sexo de las víctimas escogidas (todas ellas mujeres). En lo que va de mes, se denunciaron tres asaltos violentos a mujeres que estaban en sus negocios o casas. Dos de ellos, en la comarca de Terra de Celanova: el día 4 en Seixomil (A Bola) y este último martes en Cartelle.
En la madrugada del jueves, el escenario fue otro, Vilardevós. En esta ocasión, le tocó el turno a María Fernández, de 84 años, vecina de A Veiga das Meás . Tres encapuchados entraron de madrugada en su vivienda forzando la puerta de entrada, y tras propinarle una bofetada, le robaron 800 euros, que la víctima guardaba en un sobre en el cajón de un armario.


EN MEDIO DE LA HABITACIÓN

El asalto se produjo sobre las tres de la madrugada. A esa hora, María Fernández ya estaba en la cama y, según relató a un vecino, escuchó que alguien estaba forzando la puerta, pero no tuvo tiempo de pedir auxilio, dado que se encontró con los tres encapuchados en medio de la habitación, en la planta de arriba de la casa. Uno de ellos la levantó de la cama y la sentó en el sofá, amenazándole con cortarle una oreja si reclamaba auxilio.

Uno de los asaltantes, armado con pistola, la estuvo sujetando en el sofá mientras los otros dos revolvieron todo el inmueble hasta dar con el sobre con el dinero que la víctima iba ahorrando de su pensión de jubilación.

Los encapuchados, ante de abandonar la vivienda, la amenazaron con regresar si se movía del sofá, pedía auxilio o avisaba a la Guardia Civil. La octogenaria cumplió sus órdenes, dado que, según dio a conocer el instituto armado, no se movió del lugar en toda la noche, hasta que, de mañana, un vecino se percató de que la puerta de su casa había sido forzada. 'Entró a mirar que había pasado y ya se encontró con la mujer en el sofá, que le contó lo sucedido, que la habían robado', apuntó el alcalde, Manuel Cardoso

Al lugar acudió de inmediato una patrulla de la Guardia Civil, que comprobó que los ladrones habían cortado el cable del teléfono, sin percatarse de que estaba fuera de servicio, que la víctima no podía utilizarlo dado que el día anterior, los ladrones habían robado 500 metros de cable del tendido entre Verín y Vilardevós. El servicio telefónico aún no había sido repuesto en la jornada de ayer.

La Guardia Civil realizó una inspección ocular en la vivienda y ayer centraban las pesquisas en una pareja que en días anteriores estuvo ofreciendo prendas de vestir en el pueblo y se desplaza en un furgón.

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