Los casos de abusos sexuales a menores de edad en la provincia siguen sumando nuevos procedimientos penales. El último, este fin de semana en el que un hombre de 72 años fue detenido por la Policía Nacional y puesto a disposición judicial por supuestamente abusar de una niña de cuatro años que vivía en su mismo domicilio, hija de la pareja sentimental de la nieta del implicado.
El caso lo destaparon los médicos que examinaron a la niña ante quien fue conducida por su propio padre al enterarse de la versión de la menor. Esta le relató a la pareja de su progenitor los tocamientos a lo que era sometida por parte del anciano.
Este último, identificado como S.T.P., fue arrestado y puesto a disposición judicial este último fin de semana. Según confesó, tocó a la niña en tres ocasiones 'en la peseta', según sus propias palabras (en alusión a las partes íntimas de la pequeña), pero, a tenor de su versión de los hechos, porque la cría se lo pedía a modo de juego al igual que le reclamaba que le rascase la espalda.
El imputado quedó en libertad con cargos -el representante del ministerio fiscal había pedido el ingreso en prisión- a la espera de juicio si bien el juez de guardia decretó su libertad aunque como medida cautelar le impuso el alejamiento y comunicación con la niña a no menos de 300 metros. El juez argumentó su decisión en el hecho de que el tipo penal no excede los tres años de prisión y la destrucción de pruebas es harto improbable en este caso.
Este último, identificado como S.T.P., fue arrestado y puesto a disposición judicial este último fin de semana. Según confesó, tocó a la niña en tres ocasiones 'en la peseta', según sus propias palabras (en alusión a las partes íntimas de la pequeña), pero, a tenor de su versión de los hechos, porque la cría se lo pedía a modo de juego al igual que le reclamaba que le rascase la espalda.
El imputado quedó en libertad con cargos -el representante del ministerio fiscal había pedido el ingreso en prisión- a la espera de juicio si bien el juez de guardia decretó su libertad aunque como medida cautelar le impuso el alejamiento y comunicación con la niña a no menos de 300 metros. El juez argumentó su decisión en el hecho de que el tipo penal no excede los tres años de prisión y la destrucción de pruebas es harto improbable en este caso.
