La historia de desamor de Álvaro G.A. y su novia sería una de tantas si los ánimos, tras la ruptura, hubieran quedado reducidos a un hondo pesar. Pero el despecho pude ser mal compañero y aún peor consejero si no hay reparos en publicitar los secretos de alcoba. En el caso de Álvaro, a través de la web Tuporno.tv, especializada en vídeos amateurs, en donde no tuvo miramientos en colgar el vídeo sexual que, otrora, con consentimiento de ambos, grabaran entre la intimidad de las sábanas.
La joven, una vez tuvo constancia del hecho, interpuso una denuncia que culminó ayer con un proceso judicial en el Penal 1, en el que su expareja entonó el 'mea culpa' y aceptó un año de prisión y 12 meses de multa (tres euros al día). El inculpado reconoció que el 20 de diciembre de 2010, tras cortar la relación, difundió el vídeo con ánimo de vejar y menoscabar la integridad moral de AF.L. Pero, además, tendrá que pagar 3.000 euros a la víctima porque los perjuicios causados no fueron baladí: en los cinco días que estuvieron en la red las imágenes obtuvieron 80.000 descargas, tal como figura en los autos.
La web, según explicaron ayer fuentes cercanas al caso, en un principio fue reacia a retirar el vídeo, alegando que la jurisdicción estaba en San Francisco (EE.UU.). Pero desde el juzgado instructor no se dieron por vencidos y le envió un segundo requerimiento en el cual se les advertía que la negativa de retirada llevaría implícita el bloqueo del DNS (servidor de nombres). Esto es, el juzgado secuestraría el dominio que permitía el acceso a esa página web. Ante tal advertencia, la retirada no se hizo espera.
Fines ilícitos de la red
La utilización de la red con fines ilícitos es algo que los juzgados de instrucción de la ciudad están constatando continuamente, según valoró ayer el juez decano de Ourense, Antonio Piña. Desde delitos contra la integridad moral con la divulgación de fotos íntimas en redes sociales hasta casos de 'grooming' (establecer lazos de amistad con niños en internet con el objetivo de obtener una satisfacción sexual). En la guardia de la pasada semana, por ejemplo, le entró un caso de acoso sexual a través de Tuenti a una niña por parte de un padre cuyo hijo era amigo de la víctima.
La web, según explicaron ayer fuentes cercanas al caso, en un principio fue reacia a retirar el vídeo, alegando que la jurisdicción estaba en San Francisco (EE.UU.). Pero desde el juzgado instructor no se dieron por vencidos y le envió un segundo requerimiento en el cual se les advertía que la negativa de retirada llevaría implícita el bloqueo del DNS (servidor de nombres). Esto es, el juzgado secuestraría el dominio que permitía el acceso a esa página web. Ante tal advertencia, la retirada no se hizo espera.
Fines ilícitos de la red
La utilización de la red con fines ilícitos es algo que los juzgados de instrucción de la ciudad están constatando continuamente, según valoró ayer el juez decano de Ourense, Antonio Piña. Desde delitos contra la integridad moral con la divulgación de fotos íntimas en redes sociales hasta casos de 'grooming' (establecer lazos de amistad con niños en internet con el objetivo de obtener una satisfacción sexual). En la guardia de la pasada semana, por ejemplo, le entró un caso de acoso sexual a través de Tuenti a una niña por parte de un padre cuyo hijo era amigo de la víctima.
