Dos años de cárcel por ocultar 14 gramos de cocaína en sus zapatos

El acusado de ocultar cocaína, en la Audiencia.
La Audiencia provincial de Ourense condenó a Manuel Ríos Lores, de 43 años y vecino de Ourense, por un delito de tráfico de drogas, después de que éste se declarase autor de los hechos que le imputaba el Ministerio Fiscal, lo que le valió una reducción de la pena solicitada en el escrito de calificación.
El 20 de noviembre de 2008, el acusado fue sorprendido en posesión de una bolsa con 14 gramos de cocaína, oculta en el interior de uno de los zapatos que calzaba en ese momento. El registro de su domicilio, a donde acudían 'diversas personas a comprar droga', según el relato de la fiscal, permitió el hallazgo de más de 900 euros en efectivo, una báscula de precisión, 14 envoltorios de cocaína y diversos recortes de bolsas de plástico destinados al envasado de las citadas sustancias.

La aceptación de los hechos por parte del acusado facilitó que se apreciase como atenuante muy cualificada la adicción a la droga del acusado. De este modo, la pena quedó finalmente reducida a dos años de prisión y a una multa de 3.000 euros, que en caso de impago llevará aparejada 40 días de arresto.


El Ministerio Fiscal imputó a Pedro T.P. la comisión de siete delitos, uno de ellos por detención ilegal, que entre todos implican una pena de ocho años y siete meses de prisión. El fiscal consideró que el acusado, en abril de 2008, golpeó a su pareja en el estómago. También en ese mes 'la mantuvo retenida en el interior del domicilio tras retirarle el teléfono'. Ese mismo día habría obligado a su pareja, y a los dos hijos de ésta, a practicar lo que él denominó un juego consistente en que se agredieran entre sí por turnos, de forma que el que agrediera sin fuerza era golpeado fuertemente por el acusado, según el fiscal. Estas prácticas fueron frecuentes durante la convivencia, y se habrían complementado con amenazas. En diversas ocasiones, el acusado despertó a su pareja y a los hijos de la misma, poniéndolos de rodillas con los brazos en cruz y con un peso en las manos durante 20 minutos, para que en el momento que los bajaran por cansancio, proceder a golpearlos con un paño mojado.
La defensa solicitó la absolución, y en caso de no ser posible, que subsidiariamente se tuviese en cuenta la enajenación mental.

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