Tres años de cárcel por traficar con cocaína que cortaba con ácido bórico

La Audiencia de Ourense impuso a Aarón B.A., de 36 años, tres años de prisión y multa de 11.601 euros por un delito contra la salud pública. Los magistrados le atribuyen el alijo de droga hallado en el coche que conducía tras abastecerse de sustancias en Vilanova de Arousa (Pontevedra) el 8 de julio de 2020. La misma sentencia absuelve a Cristian S.R., quien iba también en el vehículo cuando la Policía Nacional les dio el alto en la avenida Otero Pedrayo. No hay pruebas que acrediten que supiera lo que había en el maletero, más allá de meras sospechas. Los agentes hallaron, entre el tapizado y la chapa, una bolsa negra de basura que contenía otra transparente con 99,45 gramos de cocaína en roca (con una pureza del 83%) y 202 gramos de ácido bórico, sustancia que utilizaba para adulterar las dosis. En el registro en su casa en Cortiñas (Pereiro de Aguiar), los policías se ocuparon de una prensa hidráulica, una cámara de fotos, un teléfono Ipad así como planchas metálicas y una bolsa de marihuana en un congelador. En un piso del barrio de Covadonga, se encontró la documentación del coche con el que se desplazaron a Vilanova, además de una habitación acondicionada como “narcosala”. En otros dos pisos de la misma calle, había armas y hasta una máquina para contar billetes. En las distintas viviendas -destaca la Audiencia- “había útiles destinados al pesaje y distribución de sustancias tóxicas”, como, por ejemplo, la prensa hidráulica. Los jueces admiten que el condenado consume sustancias psicotrópicas pero ello no afecta a su capacidad intelectiva y volitiva. La operación antidroga que llevó a su detención fue el resultado de un seguimiento policial. Los investigadores del caso lo detectaron en una zona conocida de Arousa para la adquisición de sustancias tóxicas. Aunque en el juicio, Aarón B.A. intentó desplazar la responsabilidad hacia el otro coacusado, la sala advierte que su declaración “no se ve corroborada en modo alguno”. No sólo conducía el coche en donde apareció la droga sino que, aunque él no era el titular, estaba asegurado a su nombre. Y tilda de “mera declaración autoexculpatoria” la relativa a las viviendas registradas en cuanto que no eran su domicilio y estaban alquiladas a terceros. “No resultó acreditado tal extremo en modo alguno”, asegura la sentencia. Cristian, absuelto El fallo considera que no hay prueba de cargo contra Cristian. “Se parte en el escrito de acusación de un previo concierto de voluntades entre ambos acusados para la adquisición de las sustancias tóxicas. Sin embargo no ha podido determinarse que Cristian participara den tal hecho ni conociera la existencia de las sustancias en el maletero del vehículo”, afirman los jueces. Estos últimos aplican la atenuante de drogadicción al penado porque cuando ocurrieron los hechos, tal como acredita el informe forense, consumía cocaína, heroína y cannabis.