La sentencia fue dictada por segunda vez, por decisión de la Audiencia provincial, para precisar la responsabilidad civil.
El Juzgado de lo Penal 2 condenó a Carlos Eduardo D.J.A., de 34 años,a dos años de prisión por entrar a una vivienda a robar. En su interior, no había inquilinos en ese momento, se apoderó de una cubertería con 116 piezas de plata, cuatro botellas de güisqui así como los certificados de garantía de dos relojes Rolex de oro.
Para poder acceder al interior, forzó una puerta de acceso a la cocina (antes lo había intentado sin éxito por la ventana).
La vivienda estaba asegurada y la compañía se hizo cargo del pago de los daños y de la indemnización por la sustracción de cuatro botellas de güisqui. De hecho, entregó 3.589 euros. El importe del resto de los sustraído (no se hizo cargo la compañía) ascendió a 2.530 euros.
Los hechos ocurrieron el 24 de julio de 2014 en la localidad de Raval, en Oímbra. El inculpado, de 34 años, entró a la casa de un matrimonio que la utilizaba como segunda vivienda.
Responsabilidad civil
La sentencia fue dictada por segunda vez, por decisión de la Audiencia provincial, para precisar la responsabilidad civil. El inculpado debe indemnizar a los denunciantes en la cantidad de 2.530 euros por los objetos sustraídos y no recuperados y a la compañía Allianz en 3.589.
El mismo fallo acuerda suspender la condena por un periodo de dos años siempre y cuando no vuelva de delinquir en el plazo indicado y al abono de la responsabilidad civil impuesta.
