Apicultura

Los apicultores esperan una campaña “mala ou moi mala"

Un bombero de la ciudad retira un nido de velutina en la calle Alexandre Bóveda. (Foto: Óscar Pinal)
photo_camera Un bombero de la ciudad retira un nido de velutina en la calle Alexandre Bóveda. (Foto: Óscar Pinal)
Los cambios de temperatura en primavera, principal causa, mientras continúa la expansión de la velutina

El sector apícola de la provincia se enfrenta a una campaña muy poco esperanzadora, a dos meses de iniciar la recogida de miel. La meteorología de la primavera, con máximas muy elevadas para la época y bruscos descensos, dejó sin alimento a las abejas durante semanas. Ahora, en plena fase de expansión de la avispa velutina, preocupa el alcance de la plaga tras los meses de confinamiento. 

"Este ano foi moi anormal, tanto para as persoas como para os animais. A calor chegou moi cedo, logo frío, vento do nordés... Morreron moitas colmeas de fame. Vai ser un ano malo ou moi malo", apunta Suso Asorey, portavoz de la Asociación Galega de Apicultura (AGA). "As abellas están descontroladas, a flor saiu tarde e toda xunta", explica el apicultor Francisco González. En la costa de la comunidad, el sector espera una campaña nula; en la provincia ourensana, esperan resistir. 

El covid y la velutina

El confinamiento impidió realizar los trampeos previstos para frenar el avance de la velutina, por lo que se espera que este 2020 su afectación sea mayor en la provincia. Según el último mapa de la Consellería de Medio Rural, a fecha 1 de julio, en el municipio de Ourense, el más afectado por ahora, ya se han atendido más de 100 avisos por nidos de avispa asiática. Carballiño, Pereiro de Aguiar, Coles y San Cibrao das Viñas completan la lista de los más afectados en lo que va de año, un panorama similar al de 2019 y que demuestra la expansión anual de la plaga en la provincia. En 2017, todavía eran muchos los municipios a los que no había llegado. 

Contra el avance, los apicultores piden "algo máis que retirada de niños". "O futuro ten que pasar pola investigación, non pode ser que a estratexia sea unicamente eliminar os niños que alguén ve", reclama Asorey. Este año, la empresa pública de Servicios Gallegos (Seaga) es la encargada de la retirada de los avisperos, tras acordarlo con la Xunta en el marco del plan de lucha contra esta especie invasora. "Nalgúns casos non quitan o niño, senon que o neutralizan, co que a poboación morre, pero a xente segue chamando porque segue a ver o niño", asegura Francisco González.



Intenso trabajo en la ciudad

El municipio de Ourense es uno de los más afectados por la plaga debido a su situación, cercana a la cuenca del río Miño. Los bomberos de la ciudad se encargan de la retirada de los nidos que suponen un riesgo para la población, sobre todo aquellos situados en balcones y árboles. Desde hace varias semanas, el trabajo es intenso y casi cada noche sale del parque un equipo para destruir los avisperos.

El pasado año, retiraban de media 5 nidos cada día; este año, las predicciones son similares. "A principios de outubro é a peor época", apuntan desde el parque. La razón es sencilla: los árboles comienzan a perder follaje y las construcciones de las velutinas quedan al descubierto. "Temos que aprendir a convivir con ela, porque está claro que chegou para quedarse", añaden. Quintela de Leirado, Verea o A Veiga fueron en 2019 los municipios con menor afectación.

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