Un incendio calcinó por completo el edificio número 4 de la calle Reza, en pleno centro de la ciudad, en la madrugada de ayer. La rápida intervención de los Bomberos evitó que el fuego se propagase a los edificios aledaños, ya que las llamas avanzaban por el tejado de las construcciones anexas. La estructura de madera, así como el estado de abandono del inmueble, dificultaron las tareas de extinción, que se extendieron hasta pasado el mediodía. La calle se mantuvo cerrada al tráfico durante toda la jornada, y la zona afectada, perimetrada, ante el riesgo de que las llamas se reavivasen.
El fuego se originó pasadas las cuatro de la mañana de ayer en el inmueble del antiguo Bar Bande, okupado desde hace semanas por un grupo de indigentes. En el momento del incendio, de hecho, al menos dos personas se encontraban dentro del edificio, aunque no resultaron heridas. Agentes de la Policía Local los identificaron y acompañaron a uno de ellos al albergue municipal. Por el momento, se investiga el origen de las llamas, que podría ser una vela: los okupas podrían haberla encendido y haberse dormido antes de apagarla.
Los vecinos de la zona aseguran que no es el primer incendio que se origina en el inmueble desde que está okupado. “A mí ya me parecía que algo de este tipo iba a acabar pasando y bueno, menos mal, que podría haber sido muchísimo peor”, asegura una inquilina de un edificio próximo. “As casas tiñan as portas forzadas, e entraba xente nelas. Ás veces enganchaban a luz no alumbrado público”, señala Juan Andrés Hervella, escritor y colaborador de La Región, que fue vecino durante muchos años de la calle, donde conserva un piso familiar y un garaje. Los agentes colocaron cadenas con candados en las puertas, para evitar que los okupas vuelvan a entrar en el edificio.
Las dotaciones de Bomberos -más de 20 personas trabajaron de forma simultánea en la extinción- evitaron que las llamas se propagasen a las numerosas viviendas habitadas alrededor. Además, los agentes enfriaron con espuma durante varias horas la estructura, para disminuir el riesgo de que el incendio se reavivase. “Yo me desperté y tenía la casa llena de humo, ¡menudo susto!”, señala otra vecina, cuyo piso da a la zona donde se originó el incendio. “A mí me despertó la alarma de los almacenes, y cuando salí por la ventana vi que ya estaban los bomberos”, añade otra.
Los daños
El fuego, además de calcinar por completo el edificio del número 4 de la calle Reza, afectó al número 6, deshabitado; a la trasera de la Óptica Varela de Progreso, y al tejado de unos almacenes. “O inmoble ardido era colindante coa nosa terraza, polo que o lume causou varios danos, temos varias claraboias rotas. Aínda non fixemos unha valoración seria da afectación”, explica Zayda Varela, propietaria de Óptica Varela. “Houbo xa conatos de incendio hai tempo, provocados polos okupas que vivían na propiedade”, añade. El negocio se mantuvo cerrado durante parte de la mañana a causa del incendio, aunque reabrió más tarde al público.
La actividad comercial de la propia calle Reza -donde hay varios comercios y tres locales hosteleros- también se vio afectada durante las primeras horas. Mientras los efectivos de Bomberos trabajaban en el inmueble calcinado, la Policía Local restringió la entrada de peatones a la farmacia situada en la esquina superior de la calle. Aunque por un momento se barajó la posibilidad de mantener cerrado el tramo -y los negocios-, finalmente se permitió el movimiento de viandantes por la acera. Carlos Martínez, gerente del Restaurante El Coto, situado frente al edificio calcinado, agradece la rápida intervención de los servicios de extinción. “Menos mal que non houbo desgrazas persoais. No noso negocio estallaron algunhas uralitas”, comenta. Martínez, vecino de la zona, acudió al local en cuanto los avisaron del incendio, en torno a las cinco de la mañana.
