Pereiro de Aguiar y San Cibrao son los municipios de la comarca de Ourense que más engrosan el censo, sobre todo tras el estallido de la pandemia
El área metropolitana de Ourense ha ganado, en el último lustro, 1.840 vecinos. Se trata de una tendencia forjada de forma paulatina en los últimos años, antes incluso de la irrupción del coronavirus. La ciudad, por su parte, perdió casi la misma cifra, 1.880 vecinos, en el mismo periodo con una particularidad: el desplome demográfico en la capital se produce a partir del año de la pandemia. Así lo reflejan los datos del padrón de 2017, de 2020 y el de 2022 publicado recientemente por el INE. La ciudad contaba con prácticamente los mismos habitantes en 2017 que en 2020, pero desde el año del covid hasta hoy su censo adelgaza en casi 2.000 residentes.
El estudio de los 11 municipios de la comarca (a excepción de la ciudad) revela que estos concellos tienen un comportamiento demográfico desigual. La suma de población se concentra fundamentalmente en cuatro de ellos, Pereiro de Aguiar, San Cibrao das Viñas, Barbadás y Amoeiro, que se llevan al 63% de los habitantes ganados por el área metropolitana en los últimos cinco años. En este sentido habría que anotar una salvedad, la de Barbadás, que empieza a mostrar síntomas de agotamiento en el ámbito demográfico, ya que ha perdido 97 habitantes en los dos últimos años. Todo lo contrario que Taboadela y Esgos, dos concellos que a cinco años pierden población pero que desde la pandemia han logrado revertir la situación y poner este marcador en positivo. Similar compartamiento tienen A Peroxa y Vilamarín, que solo pierden 5 habitantes en los últimos dos años frente a los 97 y 93, respectivamente, del último lustro.
En cuanto a la comarca, es la que mejor ha resistido históricamente la despoblación, y este año no es una excepción. En 2021, fue la única que ganó vecinos respecto a 2020 junto a la de Allariz-Maceda. Mientras, este 2022, encabeza el crecimiento demográfico comarcal, al que se suman la de Allariz-Maceda, Carballiño, Ribeiro, Celanova y Trives. Por contra, Baixa Limia, A Limia, Terra de Caldelas, Valdeorras, Verín y Viana, pierden residentes en el último año.
Ramón Fernández, presidente de la Asociación Profesional Ourensana de Agentes Inmobiliarios y responsable de la Inmobiliaria Centro, apunta a la pandemia como principal causante del éxodo de vecinos de la ciudad que buscan refugio en los municipios limítrofes. Fernández constata el “aumento do interese en vivendas unifamiliares” en esta zona, incluyendo “hortas e espazos abertos, que antes non se pedía tanto”. También son importantes los servicios que ofrezca el municipio, prestando especial atención a internet, porque “moita xente precisa de boa conexión para poder teletraballar dende a súa vivenda”. Otros factores son el mejor precio de la vivienda fuera del Concello de Ourense y el aumento de la calidad de vida que supone vivir lejos de las aglomeraciones de la ciudad o incluso de A Valenzá y residir en pequeñas aldeas rurales.
Así evolucionó la población en Ourense y su área metropolitana en los últimos años:
El siguiente gráfico muestra cómo ha evolucionado la población de la ciudad, así como la de los concellos del área metropolitana en los últimos cinco años.
