El sistema público de limpieza de franjas cerca de los núcleos podrá ser utilizado a partir de ahora por vecinos de 29 parroquias
Difícil, pero no imposible. Así es el sentimiento de vecinos y Administración a las puertas de un nuevo verano con el objetivo en mente de limpiar los montes y despejar la maleza cercana a los núcleos habitados para evitar riesgos de vidas humanas en caso de incendios forestales. La gestión de la biomasa, en estado de total abandono en muchos casos, se configura como un reto mayúsculo, especialmente en Ourense, al que la Consellería de Medio Rural parece decidida a hacerle frente o, al menos, intentarlo.
Un nuevo modelo de prevención está de estreno. Los vecinos de 29 parroquias ourensanas (68 en toda Galicia) y 15 concellos (34 en territorio gallego) podrán desde ya adherirse a un plan piloto para que la Xunta, a través de la empresa pública Seaga, les desbroce los terrenos que se encuentren en esas franjas secundarias –a 50 metros de los núcleos habitados–a un precio más reducida que el de mercado –350 euros por hectárea–. En caso de que los vecinos no respondan y pidan de motu proprio la realización de los trabajos, será la propia Administración –previa notificación– quien la acometa, con el posterior cargo al propietario.
Delimitar franjas
Boborás se convirtió este viernes en el 63º concello gallego que recibió su plan municipal para la prevención de incendios, mediante el cual se delimitan las franjas secundarias en las que se debe actuar y se facilita la posibilidad de contar con un visor de las mismas en internet para que pueda ser consultada por todos los vecinos.
El conselleiro de Medio Rural, José González, se reunió este viernes con los veicnos de Xurenzás y Albarellos (Boborás), dos de las parroquias donde se pone hoy en marcha el plan establecido en el convenio para la gestión de la biomasa firmado con la Federación Galega de Municipios e Provincnias. Estas dos , jutno a otros 66 parroquias gallegas, fueron "priorizadas"según los antecedentes. Cabe recordar, como señalaban los vecinos, que en 2017 "o lume rodeou as vivendas en Albarellos".
Ahora se pretende que los vecinos de todas estas parroquias empiece a adherirse y firmar contratos. Además, los que lo deseen podrán participar al mismo tiempo en un plan piloto de Medio Rural, para la búsqueda de agricultores o ganaderos–"e en Albarellos xente para os viñedos"– que una vez desbrozado el terreno puedan darle uso pagando un alquiler, y así evitar que caiga de nuevo en el abandono.
"Moitas terras non se sabe de quen son, outros están fora"
Las dos parroquias escogidas en Boborás necesitan ponerse las pilas para gestionar la biomasa. "Alá en Xurenzás está todo abandonado, cada vez hai menos veciños, quedan ben poucos que vivan todo o ano, e está todo en abandono. En Albarellos hai un pouco máis de xente, pero aldeas nos que había 60 persoas hai 20 anos agora quedan tres", relata uno de los vecinos presentes en la reunión. A su lado, su mujer lamenta que "moitas terras non se sabe de quen son, moitos están fóra e pouco caso lles fan, outras están mal no catastro..."Adherirse a este plan, según la alcaldesa, Patricia Torres, "é unha mi boa oportunidade, queremos protexer aos veciños". Las bondades del proyecto fueron defendidas este viernes por José González ante los vecinos, a quienes despejó las dudas: "Non entraremos sen consentimento do propietario e cada 1.000 metros de finca son 35 euros, u n custe moi por debaixo do que se paga noutra parte. Non ten ningún aspecto negativo". La Xunta va a invertir 28,7 millones de euros hasta 2022 en este plan –más de 80% del presupuesto total, que llega a 36 millones– para desarrollar el convenio. Solamente se actuará en las parroquias priorizadas, porque no hay un presupuesto suficiente para que la Administración aborde esas labores. Sin embargo, Medio Rural recuerda que en el resto del territorio son los propietarios los que tienen la obligación de desbrozar y los concellos de vigilar que lo hagan. Así, pese a que ayer acaba el plazo, pueden seguir haciéndolo, porque la Xunta dejó caer que "non hai vontade de sancionar, senón de protexer", y que solo se multará "a quen se negue sistematicamente a limpar".
