El alto volumen de las atracciones y los problemas de accesibilidad a sus viviendas son algunas de las cuestiones que se critican
Días después de llegar a su fin, las Fiestas de Ourense siguen siendo motivo de polémica. Los vecinos de las calles Francisco Llorens y Pardo de Cela muestran su enfado por las molestias que causan las atracciones durante la semana de festejos. Denuncian una situación que se repite cada año, en la que los vecinos de la zona del Pabellón Os Remedios tienen que soportar el alto ruido que provocan las atracciones, en especial el saltamontes, cuyo nivel de decibelios consideran "exagerado".
Además, las quejas también incluyen los problemas de tráfico que sufren los vecinos de la zona a lo largo de toda la semana, con dificultades para acceder a sus viviendas.
