"Tras el atraco fuimos a comprar droga, Covadonga era nuestra segunda casa”

Dos atracadores: el cerebro y el matón. El primero daba órdenes y cogió dinero de la caja registradora portando una pistola, que no usó; y el segundo disparó una escopeta dos veces y empleó su culata para golpear a varias personas, pero no abrió la boca. Así describieron varios testigos a los presuntos autores del atraco al club de alterne O Limbo, de Celanova, el 20 de julio de 2020, juzgados ayer en el Penal 2 de Ourense. Jonatan L. V. y José Luis T. D., alias El Rubio, comparecieron por videoconferencia, ya que se hallan en prisión provisional, y se acogieron a su derecho a no declarar. La Fiscalía pide 13 años y 6 meses de cárcel para el primero, y 14 años y 11 meses para el segundo. Las dos acusadas sí declararon. Lorena V. A. lo hizo por videoconferencia desde Canarias, donde reside ahora, y con su bebé en brazos. “Los llevé a O Limbo para recoger droga. Yo, armas no vi; no sabía nada hasta que se subieron al coche y vi que traían dinero. Luego fuimos a comprar droga a Covadonga; era nuestra segunda casa”, aseguró Lorena, que entonces era pareja de El Rubio. Tras el atraco, ella y la novia de Jonatan L. V., que no está imputada, iban sentadas en el asiento posterior del coche “muertas de miedo”, dijo. Según su declaración, también fueron a comprar droga al barrio chino de Ferrol y luego pernoctaron en el hotel Galatea de Burela. Sin embargo, la Fiscalía acusa a Lorena de ser coautora del atraco y solicita para ella ocho años de prisión. Esta encausada le habría enviado un mensaje de Whatsapp a un anciano, para el que había trabajado como asistenta, invitándole a un café. Su objetivo era que el hombre abandonara su casa el tiempo necesario para que sus cómplices, los dos varones enjuiciados, entraran por la fuerza y robaran una pistola fabricada por el propio anciano. Aunque Lorena dijo que no recordaba nada, el perjudicado declaró que le habían robado una pistola, balas, una ballesta y flechas. “Me sacó de la casa para robarme”, dijo, en referencia a Lorena. La otra mujer investigada es Antonia D. N., la madre de El Rubio, para la que el fiscal pide una condena de cinco años y nueve meses de prisión como coautora y cooperadora necesaria. La Fiscalía considera que Antonia le prestó su escopeta a su hijo e hizo tareas de vigilancia del cuartel de la Guardia Civil de Celanova mientras se producía el atraco, algo que ella negó. “Soy agricultora, y tengo una madre y un hijo discapacitados; a esa hora estaba dándoles la cena”, declaró Antonia, que reconoció que su hijo la llama para pedirle dinero con el que comprar droga. Las pruebas contra los dos acusados que se negaron a declarar son indiciarias, según la Fiscalía. La declaración de las dos exnovias los sitúa en el lugar del atraco, y sus teléfonos móviles también los posicionan allí. Además, el dueño del club aseguró que reconoció al atracador más alto como José Luis T. D. “Le dije: Rubio, se tés o diñeiro, qué máis queres. Al alto lo reconocí por sus gestos y porque es cliente y conocido”, señaló. Los asaltantes llevaban pasamontañas negros y guantes sujetos con bridas, según los testigos. “El alto disparó dos veces la escopeta: contra la parte baja de la barra y contra el botellero. Mientras me encañonaba, el bajo cogió 700 euros de la caja. Luego el alto me golpeó y me llevó a mi habitación. Se fueron por la salida de emergencia y tiraron los guantes y bridas fuera”, explicó. Los agentes recogieron perdigones que coinciden con la escopeta de Antonia y una huella, pero sin valor identificativo. El juicio se reanudará el próximo viernes.