SEGURIDAD VIAL

Los atropellos mortales por exceso de velocidad en la ciudad llegan a juicio

Las acusaciones reclaman penas de prisión de hasta cuatro años por los homicidios imprudentes de A Granxa y Seixalbo de 2014 

Pese a que a la Policía Local le cuesta reconocer que los excesos de velocidad están detrás de los accidentes de tráfico más graves ocurridos en la ciudad, lo cierto es que no ocurre así cuando las investigaciones se judicializan. El Juzgado de Instrucción 1 ha cerrado ya las investigaciones penales por los atropellos mortales acaecidos en 2014 y que generaron una importante alarma social por sus connotaciones y el reducido espacio temporal (20 días). En ambos casos, el atropello en la carretera de A Granxa y el que tuvo lugar en Seixalbo, la fiscalía estima que hubo exceso de velocidad muy por encima de los límites permitidos. Y acusa por homicidio por imprudencia grave, solicitando importante penas de prisión, hasta cuatro años en un caso y dos años y medio en otro, que la acusación particular eleva a cuatro. En ambos casos, la petición de condena lleva pareja la pérdida del carné de conducir.

El caso con más petición de cárcel por parte del fiscal -más de cuatro años- es el que sentará en el banquillo a Felipe G.G., de 34 años, por arrollar a una mujer de 84 el 30 de noviembre de 2014 en la carretera de A Granxa. El inculpado, quien se dio a la fuga porque, según sostiene, no fue consciente de golpear a una persona, no sólo conducía pese a que se lo prohibía una sentencia sino que, según la fiscal, "había ingerido bebidas alcohólicas que mermaban sus facultades físicas y psíquicas". La acusación sostiene que se salió de la calzada al tomar un curva con exceso de velocidad e invadió el carril contrario. La víctima fue alcanzada por la piernas y su cabeza, antes de salir despedida 15 metros, impactó con el parabrisas del coche.

La fiscal no se cree la versión d que no vio a la mujer porque, según dice, "sacó la cabeza por la ventanilla al no tener visibilidad suficiente por el cristal delantero debido al impacto".

Mientras al Juzgado de lo Penal 2 le acaba de ser turnado el siniestro que le costó la vida a Óscar L.P. (34 años) al ser arrollado por Dolores G.I. en un tramo recto de la carretera de Seixalbo el 19 de diciembre de 2014. La fiscal dice que la víctima cruzaba por un paso señalizado 110 metros antes. En este caso, la acusación pública habla de "omisión de las más elementales normas de cuidado" por conducción desatenta "y a una velocidad notoriamente superior a la permitida".

La acusación particular, que eleva la petición de pena a cuatro años de cárcel, sostiene que "la acusada conducía de forma totalmente temeraria y con auténtico menosprecio hacia la vida de los demás usuarios de la vía, haciéndolo a una velocidad superior a 75 km/h. De hecho, menciona que el coche lo detuvo a 91,50 metros del paso peatonal. La defensa niega la mayor. Dice que la víctima cruzaba por lugar no autorizado y que no hubo exceso de velocidad. 

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