El Seprona investiga el origen de los documentos de naturaleza judicial que aparecieron tirados en una finca de Coles
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Carballiño custodian la documentación judicial hallada en un vertedero ilegal de basura de Coles, para iniciar la investigación que determine la responsabilidad por el abandono en el monte de información confidencial y la forma en la que ésta llegó al lugar. Fueron encontrados en el monte Chelos por vecinos, junto a restos de basura, escombros y electrodomésticos rotos.
Las primeras hipótesis respecto de la aparición de estos documentos, en los que figuran datos personales -nombres, apellidos, números de documentos de identidad y los hechos por los que fueron acusados- apuntan a que se trata de alguien que los tenía en su poder y "se deshizo de ellos sin adoptar las medidas de destrucción reglamentarias que ordena la Ley Orgánica de Protección de Datos", apunta el presidente de la Audiencia, Antonio Piña, insistiendo en todo momento en que "no se produjo fuga de documentos de los juzgados aludidos"; porque la información judicial hace referencia a los juzgados de Ourense, Verín, Xinzo o Ribadavia, entre los años 2004 y 2007.
Piña aludió al sistema de destrucción de la Administración de Justicia para abundar en que esos documentos tirados no pueden proceder directamente de los juzgados, "perfectamente adaptados a la Ley de Protección de Datos (con contenedores específicos, trituradoras y, hasta hace poco, con recogida de documentación inservible por parte de Aspanas), por lo que no enviamos papeles directamente a la papelera". El otro argumento es lo que llama la "inconexión de los expedientes", porque no pertenecen a ninguna sede judicial en concreto y se producen en años diferentes.
Por su parte, y siguiendo la línea de los tribunales de justicia, la Xunta se ratificaba ayer en la "poca probabilidad de que la fuga de los documentos tuviera su origen en los juzgados afectados".
Fuentes de las Fuerzas de Seguridad señalan que, en ese caso, las pilas de documentos hallados tuvieron que ser arrojados en algún contenedor o en el vertedero de Coles a título personal por parte de algún abogado, procurador o funcionario al servicio de la Administración de Justicia, en lugar de destruirlos debidamente una vez archivados los casos o finalizado el proceso judicial al que se refieren los papeles.
