La Audiencia ha dado una vuelta de tuerca sin precedentes en un sumario por asesinato al contradecir tanto el criterio del fiscal como de la propia jueza instructora al ordenar el sobreseimiento provisional del caso abierto por el doble crimen de Taboadela. La decisión comporta que ni José Miguel Martínez Campos, imputado por el asesinato de sus padres -José Martínez (65 años) y María Teresa Campos (63) en abril de 2009- ni María Rosa Ramos Pérez, la presunta encubridora, se sentarán en el banquillo de los acusados para que un jurado los juzgue.
La máximo órgano judicial de la provincia en un auto del 30 de septiembre decreta el archivo provisional de la causa abierta por la falta de indicios racionales para sostener una acusación contra ambos. Según los magistrados, una vez terminada la instrucción en el Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense, 'no se advierte la existencia de indicios racionales de criminalidad', datos objetivos derivados de la investigación penal, pues estiman que existen 'meras sospechas' sobre la autoría, pero 'no son concluyentes' ni los resultados de los análisis realizados ni de los informes emitidos sobre los elementos del crimen.
Entre los indicios aportados en la investigación policial y judicial, 'no concluyentes', el auto detalla los análisis de los restos de pólvora obtenidos de las ropas del hijo para determinar la correspondencia con los residuos de un disparo o el informe lingüístico dialectológico 'que viene a concluir en el sentido de atribuir al imputado la autoría de una carta amenazante, hallada en el bolsillo de uno de los fallecidos, basado en la particular forma de expresarse del imputado'.
Otro de los indicios 'no concluyentes', según el tribunal, es que un vehículo de similares características al del imputado fue visto por un vecino en las inmediaciones de la vivienda de los fallecidos, en el momento en el que se sucedieron los hechos.
Entre los indicios aportados en la investigación policial y judicial, 'no concluyentes', el auto detalla los análisis de los restos de pólvora obtenidos de las ropas del hijo para determinar la correspondencia con los residuos de un disparo o el informe lingüístico dialectológico 'que viene a concluir en el sentido de atribuir al imputado la autoría de una carta amenazante, hallada en el bolsillo de uno de los fallecidos, basado en la particular forma de expresarse del imputado'.
Otro de los indicios 'no concluyentes', según el tribunal, es que un vehículo de similares características al del imputado fue visto por un vecino en las inmediaciones de la vivienda de los fallecidos, en el momento en el que se sucedieron los hechos.
