La exedil y un técnico responden de una acusación de Casas Orense por prevaricación urbanística
La exconcejala de Urbanismo con el PSOE Aurea Soto defendió su actuación a la hora de proponer a la junta de gobierno de 3 de febrero de 2011 la concesión de la licencia de ocupación y apertura para la residencia de estudiantes del Campus universitario, aunque la promotora del edificio -Siresa Noroeste SA- no hubiera ejecutado las obras de urbanización del entorno. La empresa había requerido al Concello ese trámite el 9 de diciembre de 2010. La instalación llevaba funcionando desde hacía casi una década, aunque posteriormente cerró tras una sentencia del Contencioso Administrativo.
Según dijo al juez del Penal 1, Soto tuvo en cuenta "los informes del servicio de Urbanismo, que eran favorables, incorporados al expediente". La exedil recalcó que no había nada que desaconsejara lo contrario. "A la hora de elevarlo a la junta de gobierno no había nada que chirriase".
No acusa el fiscal
La exconcejala, junto al técnico jurídico que firmó el informe favorable, Bienvenido Fernández, están acusados de un delito de prevaricación urbanística por parte de Casas Orense SA, la promotora con intereses en ese área de reparto. Los denunciantes sostienen que había otros informes contrarios a la concesión como el de Ingeniería por la falta de las obras de urbanización proyectadas y relevantes.
La fiscal no ve delito y ya en su día interesó el archivo del caso (el juez de instrucción lo hizo y la Audiencia lo reabrió) al considerar que "la simple ilegalidad administrativa no es suficiente para al concurrencia de un delito de prevaricación", recordando que Casas Ourense ya consiguió la anulación del acuerdo por la que se otorgaba la licencia, siendo a posteriori cuando interpuso la vía penal.
A juicio de Aurea Soto, los técnicos entendían que se cumplían las condiciones de seguridad. "Había una calle de acceso a la residencia en la que cabían hasta tres coches de bomberos", recordó.
La exconcejala de Urbanismo aseguró que la promotora de la construcción informó al Concello hasta en cuatro ocasiones que no podía ejecutar las obras de urbanización.
Al finalizar su declaración, expresó que nunca presionó ni exigió a ningún técnico informes en un sentido u otro."Esas son costumbres de otros, no mías", señaló.
Por su parte, Bienvenido Fernández explicó que firmó el informe favorable a la licencia de ocupación, si bien también intervino otro jurídico en la redacción, que prestaba una asistencia técnica en el Concello, tal como este último confirmó en el turno de los testigos.
Comprobaron que la residencia se construyó conforme al proyecto de obra y que faltaba la urbanización de otra parcela porque Siresa no disponía de todos los terrenos necesarios. Recordó que había precedentes similares en Ourense en los que se dio la licencia a cambio de retener el aval correspondiente. "Este criterio existía en Urbanismo desde hacía años", añadió.
