Autónomos ourensanos salieron ayer a las calles para recorrer el tramo entre la Delegación de la Xunta y la Subdelegación del Gobierno, pidiendo poder trabajar y lanzando un aviso a navegantes: "Si el autónomo cierra, el país se va a la quiebra".
José Manuel Ramos, coordinador de Autónomos Unidos para Actuar en Ourense, leyó un manifiesto en que criticó el "abuso" de las administraciones estos meses sin reducción de pago de impuestos y medidas que "solo han menoscabado nuestra existencia, dejándonos en la UCI". Ramos lamentó la baja afluencia (alrededor de medio centenar de personas), porque "duele hacer cosas y que después la gente no responda".
Camila Rodríguez, comerciante, señaló que el objetivo es "que non nos dean limosnas, senón que nos deixen traballar", lamentando los cierres perimetrales y unas ayudas "que son fume", a las que muchos no pueden llegar. En cuanto a la baja afluencia, comprendió que la gente está "crispada e desganada", porque cunde la sensación de que "calquera cousa que fagamos cae en saco roto".
Jesús Martínez, que regenta una empresa de informática, lamentó que "nos estén ahogando e impidiendo que nos recuperemos cuando esto cambie. El momento de ayudar es ahora". Asimismo, Martínez cree que no se puede llamar ayudas a lo que reciben: "Lo que hacen en Francia o Alemania pagando el 75% de beneficios sí son ayudas. Aquí solo dan limosnas". Y criticó los cierres: "Ya nos han marcado los criterios, y se ha demostrado que aquí no hay contagios. Solo toman medidas para que parezca que hacen algo".
