Los proyectos del resto del trazado se acabaron hace más de un año, pero continúan sin contratar

La autovía de Lugo sigue sin obras, aunque el primer tramo se adjudicó el pasado verano

Acceso al Polígono de San Cibrao, sin conectar con la A-52. (Foto: Marcos Atrio)
La autovía de Lugo (A-54) constituye otro de los casos de continuas demoras en la tramitación y la ejecución. Sólo hay un tramo con las obras adjudicadas desde el pasado verano, pero aún no comenzaron. Los demás tienen los proyectos terminados desde hace más de un año, pero su construcción está sin contratar. Pero los retrasos no sólo se producen en carreteras, sino que también son una constante en las cuatro líneas ferroviarias de alta velocidad que confluyen en Ourense.
La autovía entre Ourense y Lugo sólo tiene obras adjudicadas en un tramo de nueve kilómetros, entre San Martiño y Barrela Norte (límite de las provincias de Ourense y Lugo). El Ministerio de Fomento anunció la adjudicación en agosto de 2008, aunque no salió en el BOE hasta octubre. No obstante, aún no se ha iniciado la construcción, si bien junto a la actual carretera Ourense-Lugo (N-540) lucen desde hace meses los carteles de obra. Además, el tramo tiene un plazo de obra de 40 meses, excesivamente largo para nueve kilómetros de autovía.

Los demás tramos llevan un considerable retraso: los proyectos fueron contratados en diciembre de 2006 con un plazo de elaboración de un año, pero ya han pasado más de dos años y no se licitaron las obras.

Ésta era una de las obras del Plan Galicia, que fijaba su conclusión en 2010, pero un informe de la Confederación de Empresarios de Lugo presentado esta semana sitúa el plazo más optimista en 2012.

También a paso lento va la construcción de la autovía A-76 Ponferrada-Monforte-Ourense, en fase de estudio ambiental. Los empresarios lucenses no prevén que acabe hasta 2017.

Entre otras infraestructuras que marchan con gran lentitud está la conexión de alta capacidad entre la A-52, Celanova y la frontera con Portugal, recientemente adjudicada, a pesar de que es una antigua demanda de los residentes de la zona. También está pendiente el enlace desde la N-525 a la A-52 en el Polígono de San Cibrao, demandada desde hace varios años y que sigue en estudio.

Trámites y ejecución se demoran en las cuatro líneas del AVE en Ourense

Las cuatro líneas de alta velocidad que confluyen en la ciudad -Lubián, Lugo, Vigo y Santiago- registran importantes demoras.

En concreto, la conexión más avanzada es la de Ourense-Santiago, donde se están ejecutando las obras para la construcción de la plataforma ferroviaria desde final de 2005. De hecho, los plazos de contratación ya vencieron en casi todos los tramos y hay algunos que acumulan importantes retrasos, como el de Boqueixón, donde las obras comenzaron recientemente por el conflicto de las minas de Serrabal. Además, los accesos a la estación de San tiago se acaban de contratar el pasado viernes, pero los de la estación de Ourense aún están en proyecto.

El AVE Ourense-Lubián registra también una injustificada demora, a pesar de que supone la conexión con la Meseta de todas las ciudades gallegas. Los proyectos de obra deberían estar terminados, atendiendo a los plazos de contratación. No obstante, todavía no salieron a licitación las obras en ninguno de los tramos, cuya dificultad debido a la compleja orografía provocará que se prolonguen durante cinco o seis años.

El AVE a Vigo también registra un gran retraso. Su estudio se inició en 2001 pero las condiciones fueron modificadas en 2003, y no llegó a publicarse hasta septiembre de 2007. Transcurrido año y medio desde entonces, aún carece informe ambiental.

Finalmente, el AVE de Lugo dispone de la declaración ambiental desde el pasado mes de enero, después de casi seis años de parálisis administrativa, y aún no se contrataron los proyectos. En todo caso, el próximo presidente de la Xunta, Alberto Núñez, prometió en campaña electoral que la Administración autonómica ejecutaría estas obras trasladando después su coste al Gobierno central.



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