INVERSIÓN EN OURENSE

El AVE circulará desde Taboadela por un trazado provisional hasta el 2024

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photo_camera Un tren Alvia cruza el viaducto del río Miño en el Concello de Ourense, por donde discurre la vía actual.

Las estimaciones del Gobierno aplazan también a la próxima década proyectos como la variante norte o el Arqueolóxico

Mientras el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) continúa presupuestando partidas millonarias para permitir que los trenes de alta velocidad entren desde la meseta a Ourense (461,3 millones en el proyecto de cuentas presentado el martes), los últimos 17 kilómetros que unen Taboadela y la estación del Empalme de la ciudad siguen al ralentí, lo que lleva al Gobierno a proyectar su finalización para el año 2024, cuando está previsto que termine el desembolso de los 585 millones que costará, según las estimaciones del Gobierno.

Esto significará que, si se cumplen las previsiones anunciadas hace dos meses por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, los trenes circularán desde Taboadela por el conocido como "trazado de la vergüenza" al menos un lustro, ya que el compromiso es que la alta velocidad entre en pruebas en el barrio de A Ponte en el tercer trimestre de 2019.

Ni siquiera es en ese ejercicio cuando el Gobierno prevé destinar la primera partida elevada para que las máquinas empiecen a construir el trazado. Mientras en 2018, la inversión sería únicamente de tres millones, destinados a solventar trámites ambientales y redacción de proyectos, un año después está previsto destinar 20 millones, quedando para 2020 la primera consignación relevante, de 196 millones.

Esta situación levanta cierto recelo entre la sociedad ourensana, temerosa de que lo provisional termine convirtiéndose en definitivo. Entre otras voces que se han escuchado, el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, indicaba que era "relevante" que apareciese el proyecto concreto, pero reconocía que es "necesario avanzar a más velocidad". Más crítico se muestra el Club Financiero de Ourense, que habla de que "se deja fuera de juego la variante y convierte la línea provisional en definitiva".

En materia ferroviaria, va para largo también la tantas veces prometida conexión directa entre Ourense y Vigo por Cerdedo, para la que en este ejercicio apenas se reservan partidas testimoniales para la tramitación ambiental. En su caso, Adif prevé en 2023 la finalización de este trazado.

Carreteras

La llegada de la alta velocidad ferroviaria no es, sin embargo, la única actuación por la que los ourensanos tendrán que esperar años, pese a que lleven incluidas en las cuentas estatales, en la mayoría de casos, más de una década. En esta tesitura están también infraestructuras como la circunvalación norte de Ourense, necesaria para construir el bulevar termal entre A Chavasqueira y Outariz, las autovías a Ponferrada y Lugo o la rehabilitación del Museo Arqueolóxico.

Por lo que respecta al recorrido entre Eirasvedras y Quintela, de 1,7 kilómetros y con un montante global de 33 millones, Fomento reserva el grueso de la inversión para el período comprendido entre 2019 y 2020, con 20 millones en total. A esta cantidad hay que sumar los 3,7 millones consignados en este ejercicio, los cinco del año próximo y la cantidad final para 2021, cuando se prevé la finalización de los trabajos.

Ese tramo es el primero, además, de la futura autovía a Lugo, de la que solo se conocen avances en el tramo entre San Martiño y A Barrela, pese a que la vía se planteó a mediados de la década pasada. Recorridos como el de Ourense y el enlace de Cambeo no reciben, ni siquiera, un euro en este ejercicio, mientras otros cuentan con partidas ínfimas.

Por otro lado, aunque no aparece reflejado, también habrá que esperar varios años para disfrutar de la A-76 hasta Ponferrada o de circunvalación de O Barco de Valdeorras, prevista su finalización en 2020.

Cultura

Para más allá del año 2020 quedará otro de los proyectos estatales que lleva años sobre la mesa, en este caso una dilación de 15 años. Se trata del Museo Arqueolóxico y su rehabilitación, que si todo marcha según lo previsto por el Ministerio de Cultura, no se concluirá hasta 2021, cuando está previsto que se hayan desembolsado algo más de ocho millones. El inicio de los trabajos tendrá que aguardar hasta el próximo año, ya que en este ejercicio apenas aparecen reflejados 250.000 euros para avanzar en la tramitación.

En el Concello de Ourense, confían en que los últimos pasos dados hace unas semanas para modificar el Plan Especial de Reforma Interior del Casco Vello de la ciudad, que está en estos momentos en exposición pública, sea el detonante definitivo de la ejecución de los trabajos planteados a principios del siglo XXI. La proyección del Gobierno central fija un gasto anual entre 2018 y 2021 de alrededor de dos millones de euros. 

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