Todavía no han empezado las negociaciones para el nuevo acuerdo regulador que establecerá las condiciones de trabajo de los empleados municipales y la distancia entre la responsable de Personal, Carmen Rodríguez, y tres de las cinco fuerzas sindicales con representación -CIG, UGT y USO- parecen ya insalvables.
Así, el primer desencuentro evidente entre ambas partes se vivió ayer en la reunión para constituir la mesa de negociación, objetivo que no se cumplió al no nombrar representantes para la misma las tres fuerzas sindicales anteriormente señaladas. Sí lo hicieron CSIF y Comisiones Obreras, con menor representación en la mesa -tres personas en total- que el resto -seis-, de forma que, al no haber mayoría, quedó sin constituir.
Ante esta situación, el lunes volverán a reunirse ambas partes con este mismo fin, por lo que el Concello hacía un llamamiento a la 'responsabilidade das centrais sindicais, xa que o marco legal obriga a iniciar a negociación antes do vindeiro 1 de febreiro', puesto que ese día se cumplirá el plazo de un mes de vigencia del anterior acuerdo regulador. 'Temos paciencia, pero tamén prazos legais que nos obrigan a iniciar a negociación e evitar crear situacións perxudiciais para os propios traballadores', advertía ayer la concejala de Personal, Carmen Rodríguez.
RETRASO
Y es que desde Personal se considera que la actitud mantenida ayer por USO, CIG y UGT responde a un intento de 'dilación del proceso', puesto que el gobierno municipal pretende revisar en este nuevo acuerdo regulador las polémicas ayudas sociales a los funcionarios -para gafas y dentista, entre otras-, recortando el coste que suponen para las arcas municipales.
Desde USO, Julio Domínguez asegura que su sindicato, a nivel provincial, está en trámites para nombrar los representantes de la mesa pero 'no tuvimos tiempo suficiente' y asegura que 'estamos dispuestos a negociar siempre. Aunque hemos dicho que no sólo nos tienen que recortar a nosotros, sino también ahorrar en otras partidas'. Domínguez se queja también de que 'estamos en unas condiciones muy mermadas para negociar porque no nos facilitaron información ni sobre la cuantía de las ayudas -el Concello afirma que suponen un gasto de 600.000 euros anuales, aunque el sindicato no lo cree- ni sobre las horas extras ni la productividad'. Con todo, subraya que actúan 'siempre dentro de la legalidad' e intentando 'beneficiar a los trabajadores'.
Mientras, José Manuel Rodríguez, de CSIF, dice que 'nosotros presentamos los representantes porque entendemos que hay que negociar', al tiempo que señala que 'en la reunión anterior -el pasado 20 de enero-se acordó que hoy (por ayer) se designasen', por lo que considera la actitud de USO, CIG y UGT 'un intento de retrasar la negociación'.
Lo cierto es que la no constitución de la mesa al no estar presentes los representantes de estas fuerzas sindicales impediría avanzar en un nuevo acuerdo regulador. La concejala, Carmen Rodríguez, advertía ayer de que si el día 31 -fecha límite- no comienza esa negociación 'nos obrigarán a tomar medidas unilaterais que non desexamos', lo que en la práctica podría ser la suspensión del acuerdo regulador anterior. Sin embargo, los sindicatos entienden que éste, de 2009, quedaría prorrogado de forma automática de no iniciarse los contactos.
Ante esta situación, el lunes volverán a reunirse ambas partes con este mismo fin, por lo que el Concello hacía un llamamiento a la 'responsabilidade das centrais sindicais, xa que o marco legal obriga a iniciar a negociación antes do vindeiro 1 de febreiro', puesto que ese día se cumplirá el plazo de un mes de vigencia del anterior acuerdo regulador. 'Temos paciencia, pero tamén prazos legais que nos obrigan a iniciar a negociación e evitar crear situacións perxudiciais para os propios traballadores', advertía ayer la concejala de Personal, Carmen Rodríguez.
RETRASO
Y es que desde Personal se considera que la actitud mantenida ayer por USO, CIG y UGT responde a un intento de 'dilación del proceso', puesto que el gobierno municipal pretende revisar en este nuevo acuerdo regulador las polémicas ayudas sociales a los funcionarios -para gafas y dentista, entre otras-, recortando el coste que suponen para las arcas municipales.
Desde USO, Julio Domínguez asegura que su sindicato, a nivel provincial, está en trámites para nombrar los representantes de la mesa pero 'no tuvimos tiempo suficiente' y asegura que 'estamos dispuestos a negociar siempre. Aunque hemos dicho que no sólo nos tienen que recortar a nosotros, sino también ahorrar en otras partidas'. Domínguez se queja también de que 'estamos en unas condiciones muy mermadas para negociar porque no nos facilitaron información ni sobre la cuantía de las ayudas -el Concello afirma que suponen un gasto de 600.000 euros anuales, aunque el sindicato no lo cree- ni sobre las horas extras ni la productividad'. Con todo, subraya que actúan 'siempre dentro de la legalidad' e intentando 'beneficiar a los trabajadores'.
Mientras, José Manuel Rodríguez, de CSIF, dice que 'nosotros presentamos los representantes porque entendemos que hay que negociar', al tiempo que señala que 'en la reunión anterior -el pasado 20 de enero-se acordó que hoy (por ayer) se designasen', por lo que considera la actitud de USO, CIG y UGT 'un intento de retrasar la negociación'.
Lo cierto es que la no constitución de la mesa al no estar presentes los representantes de estas fuerzas sindicales impediría avanzar en un nuevo acuerdo regulador. La concejala, Carmen Rodríguez, advertía ayer de que si el día 31 -fecha límite- no comienza esa negociación 'nos obrigarán a tomar medidas unilaterais que non desexamos', lo que en la práctica podría ser la suspensión del acuerdo regulador anterior. Sin embargo, los sindicatos entienden que éste, de 2009, quedaría prorrogado de forma automática de no iniciarse los contactos.
