Barbadás, un enclave donde degustar de gyozas al café de toda la vida

Jakeline e Isabel, compañeras en el OrenExpress MIGUEL ÁNGEL
photo_camera Jakeline e Isabel, compañeras en el OrenExpress MIGUEL ÁNGEL
La oferta de Barbadás ofrece desde lo más exótico e innovador hasta un buen café rodeado de vecinos de la aldea. OrenExpress y Bar Lolo son dos buenos exponentes de la hostelería del municipio

En Barbadás, se mezclan la tradición rural con la innovación urbana, y esto también se refleja en su oferta gastronómica y hostelera. Los que decidan pasar unos días conociendo este municipio pueden degustar unas gyozas al más puro estilo japonés o tomarse un café en una de las cafeterías que congrega a los vecinos de las aldeas del municipio de Barbadás.

Un ejemplo de lo primero es OrenExpress, una cafetería que echó a andar en el año 2005. Así, desde hace 18 años, cada día a las 07,00 horas Isabel María de Almeida abre las puertas de un negocio que cada vez ha ido ampliando sus horizontes, pasando de una cafetería a un lugar para quedar y cenar de forma informal con amigos y la familia. En su oferta culinaria cuentan con más de 20 tostas diferentes, como las de secreto con mermelada de piquillo o la campera, hamburguesas gourmet de diferentes tipos, raciones como fingers, patatas cheedar, gyozas… y sus afamadas tortillas como las de queso de Arzúa o la de rulo de cabra con cebolla caramelizada.

Cabe destacar que todas y cada una de sus preparaciones y salsas son caseras. “Hacemos desde la alioli a la césar, pasando por la cheedar o las mismas croquetas”. Comenta la propietaria que tiene en su madre Odete Machado Piñeiro su más fiel aliada en la cocina. “Tengo que agradecer el esfuerzo que hace desde casa para tener doto a punto”. Y ya pensando en el futuro, “queremos ofrecer los fines de semana brunch con tortitas americanas, baguels…”.

Por otra parte, si el visitante quiere una experiencia más allegada a los habitantes de Barbadás, una buena opción es el Bar Lolo. Abrió sus puestas el 21 de mayo de 1966 con Lolo y Elogia, que abrieron como una tienda de alimentación para ofrecer un servicio cercano a todos los vecinos. Uno de esos espacios en el que encontrar desde un bote de tomate a una colonia, tan llenos de encanto y que a más de uno le traen mil y un recuerdos de su niñez. Su buen hacer hizo que una cosa llevase a otra y acabasen por abrir también el bar.

Ya en el año 2020, con la pandemia, es Jorge Rodríguez, tercera generación, el encargado de regentar este local, un local lleno de recuerdos para él. “Me crie tras esta barra, conocí y escuche a todos los vecinos de la zona y siempre me vienen a la memoria mil y un recuerdos de esos años familiares”. Ahora sigue siendo el bar de siempre, el punto de encuentro y reunión de los vecinos que quieren pasar la tarde echando una partida y hacer más llevaderas las tardes de invierno. El café bar cuenta también con sellado de lotería y un estanco aledaño del mismo propietario. 

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