Tras el desastre ecológico que supuso para el Barbaña el vertido acaecido (y para el cual todavía no se han encontrado culpables) el pasado 24 de junio, con la muerte de más de 17.000 peces, la vida vuelve a buscar su hueco en el cauce. Las conocidas como bermelliñas (rutilus arcasii) fueron las primeras, seguidas de otras especies piscícolas e, incluso, tortugas. La Consellería de Medio Rural y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil colaboran para resucitar el dañado Barbaña en su cauce urbano.
La vida sigue su curso y, en el caso del Barbaña, pelea por volver a la normalidad. Tras el vertido químico que exterminó la fauna piscícola del cauce (más de 17.000 peces) el pasado 24 de junio, las muestras de que el río lucha por sobrevivir comienzan a vislumbrarse en forma de pequeños bancos de peces, alguna que otra tortuga y las familias de patos, no afectados por la mortandad ocasionada por el misterioso vertido para el que todavía no hay culpables.
Una de las especies que más se dejan ver en las aguas del Barbaña son las bermelliñas (rutilus arcasii, en castellano, bermejuelas), un pez endémico de la Península Ibérica que están colonizando de nuevo este cauce desde el Barbañica, que no se vio afectado por el vertido y conserva su fauna piscícola.
Dejando aparte la presencia de aves (sobre todo patos), ya que apenas se vieron afectadas por el vertido tóxico, las miradas hacia el Barbaña también pueden centrarse en pequeñas tortugas que evidencian que la calidad del agua vuelve a ser apta para la vida.
De hecho, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil está acometiendo trabajos de limpieza en el río, así como la eliminación de tres azudes (especie de pequeñas presas) y de las especies exóticas invasoras en su flora. El organismo de cuenca, responsable del patrimonio hidrológico (es decir, el agua del río), colabora en la regeneración del Barbaña con la Consellería de Medio Rural, responsable de su fauna.
Fuentes de este departamento del Gobierno autonómico han confirmado que, en efecto, se han estado realizando trabajos destinados a devolver la vida al río, si bien no han podido precisar medidas concretas (número de peces u otras especies).
Cabe recordar que las investigaciones sobre el vertido del Barbaña (uno de los más graves en la historia de este río) las está llevando a cabo la Fiscalía de Medio Ambiente, después de que el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, solicitase su implicación en las diligencias. Por ahora sólo se ha verificado que el vertido partió de la depuradora de San Cibrao, procedente de alguna empresa sin determinar, por el momento.
Una de las especies que más se dejan ver en las aguas del Barbaña son las bermelliñas (rutilus arcasii, en castellano, bermejuelas), un pez endémico de la Península Ibérica que están colonizando de nuevo este cauce desde el Barbañica, que no se vio afectado por el vertido y conserva su fauna piscícola.
Dejando aparte la presencia de aves (sobre todo patos), ya que apenas se vieron afectadas por el vertido tóxico, las miradas hacia el Barbaña también pueden centrarse en pequeñas tortugas que evidencian que la calidad del agua vuelve a ser apta para la vida.
De hecho, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil está acometiendo trabajos de limpieza en el río, así como la eliminación de tres azudes (especie de pequeñas presas) y de las especies exóticas invasoras en su flora. El organismo de cuenca, responsable del patrimonio hidrológico (es decir, el agua del río), colabora en la regeneración del Barbaña con la Consellería de Medio Rural, responsable de su fauna.
Fuentes de este departamento del Gobierno autonómico han confirmado que, en efecto, se han estado realizando trabajos destinados a devolver la vida al río, si bien no han podido precisar medidas concretas (número de peces u otras especies).
Cabe recordar que las investigaciones sobre el vertido del Barbaña (uno de los más graves en la historia de este río) las está llevando a cabo la Fiscalía de Medio Ambiente, después de que el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, solicitase su implicación en las diligencias. Por ahora sólo se ha verificado que el vertido partió de la depuradora de San Cibrao, procedente de alguna empresa sin determinar, por el momento.
