Los dueños de los bares atribuyen la situación a la diversidad de horarios y la falta de contenedores

Basura y terrazas conviven en las noches del Casco Vello

Las terrazas de Los Vinos, a rebosar durante los meses de verano, cuentan con la molesta compañía de bolsas y cajas de basura en la calle. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
La estampa es ya un triste tópico del fin de semana. Las decenas de personas que en las noches de copas circulan por las calles o se sientan en las terrazas del Casco Vello conviven con las montañas de basura que generan los bares y pubs que van echando el cierre. Una situación incómoda y, sobre todo, antihigiénica que genera cada vez más quejas entre vecinos, clientes y transeúntes.
La basura, que constituyen en su mayoría botellas de cristal y plástico, latas, vasos rotos, cajas de cartón y restos de comida, se apila en las calles sin remedio ni control, generando suciedad, malos olores, atrayendo a todo tipo de animales y siendo objeto de molestos y ruidosos actos vandálicos aislados. Incluso en algunas zonas como las calles de Lepanto, Os Fornos o la plaza de Los Suaves se acumulan a muy escasos metros de las terrazas, que en estos meses de buen tiempo y vacaciones están a rebosar de personas hasta altas horas de la noche.


DIVERSIDAD DE OPINIONES

No obstante, encontrar un culpable a este conflicto se antoja complicado, dado que desde cada local se manifiesta un punto de vista distinto. Si bien algunos hosteleros afirman no tener constancia alguna de quejas o problemas con clientes y vecinos, desde otros negocios señalan a la variedad de horarios como el culpable, dado que el Concello hace tres rondas nocturnas de recogida de residuos de acuerdo con los horarios estipulados de cierre según las licencias de cada bar, por lo que el tiempo de espera desde que se depositan los residuos hasta que son recogidos por los servicios de limpieza es el que genera esas quejas.

Los hay que reflexionan acerca de la necesidad de aumentar el número de contenedores en la zona, una medida que puede acrecentar los problemas, dado que ningún local consiente en tenerlos cerca de su puerta por las obvias cuestiones de higiene, aunque sí existen zonas en el Casco Vello con contenedores que se llenan con rapidez ante la basura que generan los locales.

Mientras, desde otros negocios se critica el escaso rigor con el que se instalan las terrazas, señalando a un exceso del número de mesas en la calle y a un incumplimiento de horarios como la razón de que se produzcan estas escenas.

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