JUICIO

El bebé maltratado sufría el ‘síndrome del niño apaleado'

El abogado Luis Coello representa a la bisabuela del niño maltratado (MARTIÑO PINAL)
photo_camera El abogado Luis Coello representa a la bisabuela del niño maltratado (MARTIÑO PINAL)

La pediatra que lo atendió declaró al juez que recibió "golpes contundentes en distintos momentos"

El juez que instruye el caso del bebé que estuvo a punto de perder la vida a consecuencia de distintos golpes interrogará al médico del Centro de Salud de Mariñamansa que vio al niño sólo tres días antes de su ingreso en estado grave en la UCI del CHUO. El pequeño fue llevado al ambulatorio porque, según la madre, "llevaba días con catarro".

La pediatra que vio al niño en Urgencias del Complexo aseguró en su declaración judicial que las fracturas costales del pequeño (producidas por "golpes contundentes") ya las debía presentar el 17 de marzo cuando acudió al centro de salud, de ahí que el ministerio fiscal considera importante su testimonio de cara a la instrucción del proceso por tentativa de homicidio, en el que están imputados ocho personas del entorno familiar, incluida la madre y el novio de ésta cuando sucedieron los hechos.

Ahora bien, el bebé, según aclaró la facultativo este lunes, tenía, además de hematomas en el tórax y orejas, fracturas por todo su cuerpo: varias costillas, radio, tibia, fémur, mandíbula. A juicio de la pediatra, algunas de esas lesiones pudieron producirse 15 días antes del ingreso. Y, todas ellas, según precisó, "debidas a un mecanismo violento". La especialista, según consta en las diligencias, habló de "síndrome del niño apaleado" o lo que es lo mismo, un menor maltratado "que ha recibido golpes en distintos momentos" en un tiempo que aunque no lo puede precisar se remonta a unas semanas antes del ingreso.

La facultativa considera que estuvo en peligro debido a estas lesiones tal como evidenciaron las sacudidas (crisis) que padeció el pequeño a las 48 horas de estar hospitalizado y que precisaron varias medicaciones para garantizar su función respiratoria, circulatoria y el flujo cerebral.

Esta pediatra, que también atendió al niño en sus revisiones mensuales por ser prematuro entre octubre y febrero, descartó problemas óseos del niño (se le realizaron las pruebas médicas tendentes a comprobarlo) así como la posibilidad de que los hematomas fueran debidos a la maniobras de reanimación que, según el novio de la madre, le practicó cuando vio que el niño respiraba con dificultad en la cuna.

Aun así, el juez accedió a la petición de la letrada de la pareja de la madre para realizar un estudio al niño y ver si padece la enfermedad de los huesos de cristal (osteogénesis imperfecta).

Te puede interesar