‘O Trangallán’ invita a los ourensanos a disfrutar ‘sin preocupaciones’ de la fiesta de carnaval

‘A beber, a comer, a bailar’

El folión interpreta uno de sus clásicos ritmos de Carnaval. (Foto: X.Fariñas)
La fiesta del Entroido comenzó oficialmente ayer en la Praza Maior con el pregón inaugural de Manolo Losada, ‘O Trangallán’, que invitó a los cientos de ourensanos reunidos a hacer ‘lo que quieran pues en este día no le pediremos permiso a nadie’.
‘Esto es una fiesta en la que cada quien puede hacer lo que quiera, pues en este día no le pediremos permiso a nadie, y dicho lo dicho: a beber, a comer y a bailar, y si sale algo más, no se preocupen porque las sabanas están limpias y listas para usar’.

Con estas palabras, Manolo Losada, ‘O Trangallán’, el pregonero oficial del Entroido de este año, daba por inaugurados unos carnavales que prometen dar mucho de sí.

‘O Trangallán’ estuvo acompañado por los concejales de Cultura y Deporte, quienes aprovecharon sus nombres de pila, para inspirar su disfraz. Así, la Praza Maior recibió la visita de los reyes católicos Fernando (Varela) e Isabel (Pérez).

Entre los cientos de asistentes que se congregaron en la Praza Maior, disfrazados como bebés, monjes, estrellas de rock o soldados medievales, se encontraban los participantes al Congreso de Patrimonio Etnográfico del Campus, que decidieron clausurar la iniciativa con una visita a los barrios de la ciudad, donde conocieron de buena mano las costumbres más arraigadas del Entroido.

Tras el pregón inaugural, los fuegos artificiales se hicieron presentes y el cielo se cubrió de luces y colores. Después comenzó el desfile de los cofradías más longevas y tradicionales de la ciudad y de la provincia. Así las comitivas de Paquita y Nicanor de Seixalbo, Frei Canedo y As Romanas de A Ponte, As Pitas de Eiroás, A Caniceira de Trives y Os Felos de Maside protagonizaron el colorido desfile, que estuvo amenizado por las charangas Trópico de Grelos, Os Centellas y Air Jalisia. El desfile recorrió las calles de Lamas Carvajal, Paseo, Parque de San Lázaro, Santo Domingo, Praza do Ferro y Santa Eufemia, hasta llegar a la Alameda del Concello, donde les esperaban cientos de ourensanos, en su mayoría niños, dispuestos a seguir la diversión. La jornada concluyó con una cena de bienvenida del Entroido, donde el requisito principal era ir disfrazado, así como haber adquirido, su respectiva entrada por el módico precio de 14 euros, los que daba acceso al festín culinario en la Alameda, en el que no faltaron el cocido, la cachucha, la androlla o botelo, los chorizos, el roscón y las orejas.

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