Los centros deportivos de BeOne en Ourense reabrieron ayer sus puertas en Eiroás, Progreso, Oira y el gimnasio AQA, su más reciente incorporación ubicada en el campus de la Universidad de Vigo. "Nuestro objetivo es que la gente se sienta segura, que vea que en un centro deportivo hay control y seguridad", destaca Saúl Álvarez, director de BeOne en Ourense.
Para alcanzar esta meta, los controles de seguridad en sus gimnasios se hacen patentes desde la entrada. Cada cliente se someterá a un control de temperatura antes de adentrarse en sus instalaciones: "Todos aquellos que pasen de 37,5 grados no podrían acceder al centro", comenta Álvarez. Esta es una de las medidas que adoptaron, al igual que el uso "obligatorio" de mascarilla en los espacios comunes como los pasillos. Además, disponen de dispensadores de gel desinfectante al alcance de los clientes. En los vestuarios se contempla un aforo "del 50% en las duchas".
La distancia de seguridad de 1,5 metros es otra premisa imprescindible para acudir a los centros deportivos de BeOne en Ourense. "Las máquinas que están disponibles, se encuentran a una distancia de un metro y medio", explica Álvarez. La que no cumplan con ellos, quedan inutilizadas para los clientes.
Clases reducidas
Las actividades dirigidas por monitores, contempladas hasta para 25 personas, en BeOne lo harán con 20. "La normativa habla del 70% de aforo, nosotros nos decantamos por 20 para garantizar las distancias", señala Álvarez. El director destaca la "necesidad" de hacer ejercicio y que sea "seguro".
