Estuvieron callados durante los días más calientes de negociaciones y resultaron menos quemados, pero muchos echaron en falta un papel más activo del BNG. Ellos mantienen que son los únicos que no han negociado con Jácome ni el PP y que han sido fieles a lo que dijeron desde el principio: “Do que nós dependa, nin PP nin Jácome”. Le dieron, sin acuerdo de ningún tipo, los votos a Paco -hicieron lo que prometieron y no bloquearon el cambio- y si el PP hubiera hecho lo mismo Jácome ya no sería alcalde Pero, precisamente, el PP no se fiaba de que les garantizasen la Diputación, ni el PSOE ni mucho menos el BNG, que tenía como línea roja al PP. En el fondo, los nacionalistas fueron parte del juego.
Doblaron representación en la ciudad y la triplicaron en la Diputación, pero vuelven a quedarse sin poder, al igual que hace cuatro años, con el lastre que eso supone. ¿Hasta qué punto el BNG debió ser parte activa de las negociaciones? Ellos siempre mantuvieron que todo era un juego del PP, que no se fiaban de ellos y porque acabarían intercambiando el Concello por la Diputación con Jácome. En eso último no se equivocaron.
