La Diputada del BNG Noa Presas demandó ayer en el Parlamento que se realicen acciones de seguimiento desde el Sergas de los casos de agresión sexual por intoxicación de burundanga u otras sustancias, un problema que constatan las fuerzas de seguridad en Ourense tal y como recogió este diario en los últimos meses. Además, exigió una campaña de información en los centros educativos y reclamó los medios necesarios en los hospitales para analizar estos químicos.
Por su parte, el gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas), José Flores, destacó que la cosellería de Sanidade trabaja en la extensión del protocolo para casos de sumisión química, puesto en marcha en Ourense, a todas las áreas sanitaria de Galicia.
“Entendemos el Sergas como un único servicio, no queremos hacer diferencias en la asistencia de los gallegos y, en el momento en el que el protocolo esté finalizado y en el que se adapte a las peculiaridades de cada una de las áreas, se hará difusión a cada uno de los profesionales que forman parte de este entramado, sean de atención primaria o hospitalaria”, ha señalado en la Comisión de Sanidade, Política Social e Emprego del Parlamento de Galicia.
Una realidad social
En respuesta a una pregunta sobre este asunto formulada por la diputada del BNG Noa Presas, el gerente del Sergas señaló que el protocolo puesto en marcha en Ourense surgió como “repuesta a una realidad social” que hacían llegar tanto el Imelga como las fuerzas y cuerpos de seguridad.
En este contexto, agradeció a los profesionales del área sanitaria su trabajo para poder contar con esta guía que sirve de “semilla” para extenderla al resto del Sergas con el objetivo de coordinar y sistematizar las actuaciones que la tenían lugar, para dar un diagnóstico, tratamiento y el seguimiento posterior de las víctimas.
Así, indicó que el documento de Ourense fija “una estructura funcional para coordinar las actuaciones de todos los servicios para mejorar el diagnostico y llegar a un tratamiento adecuado
