El tráfico de la ciudad padece ya la llegada de las fiestas navideñas. La jornada de ayer en el centro quedó marcada por los atascos, tráfico pesado, claxons y el enfado de los conductores, que echan en falta más planificación
A pocos días del comienzo de las fiestas navideñas, las calles ya se han convertido en un caos: largas colas de vehículos, bocinazos y embotellamiento. Durante buena parte de la jornada, la zona centro presentó una imagen complicada, con los conductores echando en falta una mayor planificación municipal y a la Policía Local, muy mermada de efectivos.
Zonas de alta densidad de tráfico, como Concordia, Juan XXIII, Curros Enríquez, Progreso o Bedoya, fueron las más afectadas. La situación alcanzó un clímax entre el mediodía y las 14,00 horas, para volver a recrucecerse desde las 17,00 horas. Habla un taxista: "Se nota el embotellamiento de estas fechas y aunque el mes de diciembre fue bastante tranquilo, a medida que se acerca la Navidad se nota más". "Hoy -por ayer- el caos se mantuvo hasta las 20,30 horas, más o menos", puntualiza. El tiempo de uno de sus trayectos vespertinos, de A Valenzá hasta el parque de San Lázaro, duró el doble que habitualmente: "Si tardo 7 minutos en llegar, hoy pasó un cuarto de hora o más".
Un compañero explica que los atascos se notaron más en las calles del centro, aunque el aumento del tráfico se apreció también en las entradas a la ciudad. "Cada año ocurre prácticamente lo mismo, pero otros años se veía más a la Policía Local regulando el tráfico, y yo te digo que hoy -por ayer- poco los vi por aquí", critica uno de los taxistas.
Susto en Concordia
Pasadas las ocho de la tarde, un fuerte olor a gas en la calle Concordia, a la altura del café Xesteira, alertaba a los vecinos. El tráfico, que empezaba ya a descongestionarse, se resintió durante el tiempo que los Bomberos intervenían, varios coches de la Policía Local actuaron para redirigir a los vehículos, que debían girar por el Paseo -donde paseaban multitud de peatones debido a las fechas- hasta su confluencia con el parque de San Lázaro, o bien tomar Juan XXIII. Ambas zonas se vieron afectadas con más retenciones.