El comercio electrónico ha entrado con fuerza en la provincia de Ourense y asfixia a los pequeños negocios, que luchan por sobrevivir ante una competencia feroz que juega con cartas marcadas e impide competir en igualdad de condiciones. Plataformas como Amazon, que entran con fuerza y total impunidad, obligan al sector a reordenarse y aguantar la competencia abusiva. En la ciudad hay una veintena de puntos de recogida de productos que esta plataforma vende sin repercusión en la economía ourensana.
Los comerciantes lamentan las actitudes que han de sufrir. "Los clientes vienen a probarse las cosas que después compran por internet", señalan, con una impotencia a la que se ven incapaces de hacerle frente. "Después vienen a intentar que les arreglemos lo que han comprado vía internet en páginas de China que no les ofrecen ningún tipo de garantía", señala desde una empresa de joyería.
Uno de cada cuatro consumidores salen insatisfechos de las compras realizadas a grandes operadores que operan solo por internet, según el último informe territorializado de la OCU. La propia patronal del comercio electrónico, Adigital, señala que los españoles son los terceros de Europa que más se quejan de las compras por internet.
Protección al consumidor
Los organismos de atención al consumidor acumulan muchas quejas por el uso del comercio electrónico, ya que las grandes compañías que se ocupan de este tipo de mercado no siempre ofrecen garantías que sí el comercio físico. En la Oficina Municipal de Información al Consumidor de Verín, en 2018 las compras en portales poco seguros fueron la segunda causa mayoritaria de queja de los clientes.
En la OMIC de la ciudad, las compras por internet lideran también la lista de preocupaciones, solo después de gas, luz y banca. Los servicios de venta de productos a través de plataformas de compra digitales tuvieron un total de 261 quejas, por delante de alquileres de vivienda 216 o sobre la propiedad horizontal 195.
Según los datos de la Secretaría de Estado de Avance Digital, las compras online en Ourense las encabeza la ropa seguida de bienes para el hogar y libros. Son negocios especialmente sensibles en la economía ourensana, donde no predomina precisamente la especialización y donde la apertura de negocio por parte de Amazon, cada vez más expandido, pone en jaque al sector local, que busca alguna salida.
Competencia, pero en igualdad de condicione
Una de las ideas propuestas por Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Aberto Ourense Centro, es el de "gravar la compra por internet con un 21% de IVA y en tienda física con un 10%", a modo de incentivo. Otro de los efectos es la competencia que el online realiza los propios proveedores. "Nos encontramos productos más baratos en la tienda online de las empresas que nos surten que el precio que ellos nos dejan a nosotros, así es imposible". Con estos mimbres, se hace muy difícil la supervivencia de los pequeños. Y más cuando se ofertan periodos de rebajas en el mundo online durante todo el año, lo que imposibilita hacerles frente. "Está el caso de los que llegan, se prueban zapatillas y las pillan por internet que por tres euros menos se las dejan en casa. Solo van a quedar bares, dentro de poco Amazon te llevará el pan a casa. En cinco años estará todo cerrado", relata Toño Moure, uno de los que tuvo que liquidar su tienda. El comercio sufre pero, según un informe del Colegio de Economistas, "el comercio online y el empuje de las grandes empresas no va a remitir, por lo es necesario convivir". Solo queda ver si en igualdad de condiciones.
