Las familias ourensanas son ocho euros más pobres que en el año 2007, cuando la media de ingresos mensuales por hogar se situaba en 1.752 euros, según los últimos datos publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE). Sin embargo, estos ingresos medios no reflejan las brechas económicas entre ricos y pobres, que también siguen acentuándose. Es decir, uno de cada tres hogares ourensanos vive con menos de 1.000 euros al mes, frente a un 12,38% que lo hace con más de 3.000 -en 2008 estas familias representaban porcentualmente casi un punto menos-.
Por el contrario, las familias consideradas dentro de la pobreza extrema, sin ningún tipo de ingreso o con menos de 400 euros mensuales, han disminuido casi medio punto porcentual en comparación a 2007, alcanzando ahora a 3.224 hogares.
Asimismo, los hogares con una situación de pobreza relativa, con un intervalo de ingresos entre 400 y 600 euros, se han reducido un 2,6%, lo que supone 8.366 familias ourensanas. El intervalo de ingresos de 600 a 1.000 euros es en el que se sitúa el mayor número de familias -el 23,08%-, seguido de la franja económica que va de 1.000 a 1.500, en la que se incluye el 20,3%.
El factor geográfico también sigue siendo un elemento diferenciador, pues la media de ingresos de las familias en Galicia supera en 234 euros a la de las familias ourensanas, que se sitúan a la cola de las cuatro provincias, siendo A Coruña la de más poder adquisitivo, con unos ingresos de 2.108 euros. Pontevedra le sigue en segundo lugar con 1.931 euros y Lugo, solo por delante de Ourense, con 1.916.
FAMILIAS CON HIJOS
Las familias que más sufren la merma de poder adquisitivo, según refleja la Enquisa de Condicións de Vida del IGE, son aquellas con hijos viviendo en casa, que pasaron de ingresar 2.509 euros mensuales en el año 2007 a 2.363 en el 2010. Por el contrario, las familias monoparentales son las que más incrementaron sus ingresos con 1.722 euros de media, lo que supone 285 euros por encima de los valores registrados en la última encuesta del año 2007.
Por otra parte, las familias sin hijos incrementaron sus ingresos durante estos cuatro año de 1.503 euros a 1.613. Las dificultades económicas y el incremento del paro juvenil, que ya afecta a casi uno de cada dos jóvenes, también repercuten en el retraso de la emancipación de los hogares paternos. En 2007, los menores de 24 años que vivían con sus padres representaban el 45,78%, mientras que ahora lo hacen el 48,68%, una cifra prácticamente similar a la media gallega. En cambio, se ha reducido este porcentaje entre los jóvenes de 25 a 29 años, pasando del 33,61% al 30,85%.
En la franja de edad, de los 30 a los 34 años las cifras son similares a las de hace cuatro años con uno de cada cinco jóvenes sin emancipar, a diferencia de la media gallega que se incrementa del 19,84% al 21,07% y tiene una incidencia cercana al 60% de los hogares. En cifras absolutas, los jóvenes que todavía viven con sus padres en la provincia alcanzan 36.451.
Asimismo, los hogares con una situación de pobreza relativa, con un intervalo de ingresos entre 400 y 600 euros, se han reducido un 2,6%, lo que supone 8.366 familias ourensanas. El intervalo de ingresos de 600 a 1.000 euros es en el que se sitúa el mayor número de familias -el 23,08%-, seguido de la franja económica que va de 1.000 a 1.500, en la que se incluye el 20,3%.
El factor geográfico también sigue siendo un elemento diferenciador, pues la media de ingresos de las familias en Galicia supera en 234 euros a la de las familias ourensanas, que se sitúan a la cola de las cuatro provincias, siendo A Coruña la de más poder adquisitivo, con unos ingresos de 2.108 euros. Pontevedra le sigue en segundo lugar con 1.931 euros y Lugo, solo por delante de Ourense, con 1.916.
FAMILIAS CON HIJOS
Las familias que más sufren la merma de poder adquisitivo, según refleja la Enquisa de Condicións de Vida del IGE, son aquellas con hijos viviendo en casa, que pasaron de ingresar 2.509 euros mensuales en el año 2007 a 2.363 en el 2010. Por el contrario, las familias monoparentales son las que más incrementaron sus ingresos con 1.722 euros de media, lo que supone 285 euros por encima de los valores registrados en la última encuesta del año 2007.
Por otra parte, las familias sin hijos incrementaron sus ingresos durante estos cuatro año de 1.503 euros a 1.613. Las dificultades económicas y el incremento del paro juvenil, que ya afecta a casi uno de cada dos jóvenes, también repercuten en el retraso de la emancipación de los hogares paternos. En 2007, los menores de 24 años que vivían con sus padres representaban el 45,78%, mientras que ahora lo hacen el 48,68%, una cifra prácticamente similar a la media gallega. En cambio, se ha reducido este porcentaje entre los jóvenes de 25 a 29 años, pasando del 33,61% al 30,85%.
En la franja de edad, de los 30 a los 34 años las cifras son similares a las de hace cuatro años con uno de cada cinco jóvenes sin emancipar, a diferencia de la media gallega que se incrementa del 19,84% al 21,07% y tiene una incidencia cercana al 60% de los hogares. En cifras absolutas, los jóvenes que todavía viven con sus padres en la provincia alcanzan 36.451.
