La peatonalización de Concordia sigue siendo el tema de conversación de los viandantes que caminan por ella. "Yo lo veo muy bien, hay que avanzar y para eso se tiene que convertir en peatonal toda la zona centro", explica Corona Iglesias, una visitante del centro, que destaca el "excesivo" uso que los ourensananos hacen del coche. "Se coge para cualquier cosa y no siempre es necesario", pero para ello, pide una "mejora del transporte público" para permitir la accesibilidad.
Otros no se suman a esta idea y se muestran contrarios: "Non o vexo necesario, e os comerciantes vano sentir", comenta Dolores Rodríguez. El punto céntrico en el que se encuentra es motivo de duda sobre los beneficios de esta peatonalización para Manuel Rodríguez: "É unha arteria da cidade que debería estar aberta e ten suficiente espazo nas beirarrúas para camiñar, porque son bastante amplas", afirma.
Pese a ello, las sugerencias se trasladan a peatonalizar otros puntos: "Esta calle no era conflictiva y podían haber empezado por el entorno del San Lázaro", explica Nieves Álvarez, que considera que esa calle acumula más viandantes en un espacio más reducido de acera. "Ahora se ve en el estado que estaba esta calle, llena de baches", aprecia Álvarez. Los únicos en aparcar, los vehículos en carga y descarga, uno de los aspectos "positivos" para Diego Suances: "Tienen sitio para parar en Concordia y ya no lo hacen en el Paseo", aprecia en estos primeros días.
En una prueba a pie de calle, concretamente entre las 12,30 y las 13,00 horas de este viernes, circularon por esta vía 60 vehículos. En su mayoría coches con destinos a los parkings de la zona, pero también transportistas y algún que otro taxista: "Hai algo de confusión ao principio, pero é normal nestes días", cuenta Camilo Villar que considera que esto debe ser un inicio: "Non se pode dar marcha atrás, é necesario seguir peatonalizando", afirma.
Sandra Meréns reitera que "no tiene sentido si no se humaniza la calle", en referencia a una mejora de su aspecto actual. Lidia Fernández, trabajadora de la zona, en el primer día se encontró algunas dificultades: "Tuve que dialogar mucho con el policía para poder pasar con la tarjeta de movilidad reducida", explica. Se encontró con las dos plazas en toda la calle ocupadas: "Ahora que hay espacio podrían aprovecharlo para alguna plaza más en el centro", comenta.
La Policía Local estos días se encuentran con las dudas de todos los usuarios: "Los conductores nos preguntan si pueden pasar y los que vienen andando qué está pasando", cuenta uno de ellos.
