El precio del gas se convirtió en uno de los principales temas de conversación de los consumidores después de que su cotización se disparara a raíz de la invasión que Rusia realizó sobre Ucrania. Desde la UE se lanzó un llamamiento para reducir el consumo de esta fuente de energía, y, al menos en la provincia ourensana, esta premisa se ha cumplido por el momento con un descenso del 3,5%. Según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), entre enero y agosto de 2022 se consumieron en la provincia, entre industria y particulares, un total de 10.443 toneladas métricas de gas, lo que supone casi 400 menos que en el mismo periodo del año pasado. El presente ejercicio es, por el momento, el segundo con menor uso de este recurso, superando solamente los registros de 2020, cuando la pandemia paralizó gran parte de la economía provincial.
Poco más de la mitad (51,5%) del gas consumido en lo que va de año corresponde al producto envasado, destinado a los consumidores particulares, mientras que el 48,5% restante se distribuyó a granel, por lo que fue a parar a las compañías o a comunidades de vecinos. En lo que respecta al gas embotellado, los ourensanos optaron preferentemente por los envases de más de ocho kilogramos, de los que demandaron 5.386 toneladas, frente a las 0,5 consumidas en recipientes de menos de ocho kilos. El descenso interanual viene acompañado por un incremento del precio. En agosto del año pasado, el precio de venta al público para el gas regulado se ubicaba en los 1,23 euros por kilo, mientras que doce meses después alcanzaba los 1,56 euros. Cuando comenzó la guerra en Ucrania, a finales de febrero, el coste se ubicaba en los 1,42 euros por kilo, y en medio año se incrementó en un 12%.
El sector de la automoción fue el único que incrementó su consumo de gas en lo que va de año, ya que entre enero y agosto empleó 169 toneladas, frente a las 128 que usó en el mismo periodo del año pasado. La industria del automóvil tuvo un pico de consumo en agosto de 33 toneladas, el registro más alto desde el pasado agosto de 2019.
El consumo ourensano supuso un 13% de todo el gas empleado en Galicia durante este año, donde la CNMC contabilizó un total de 81.766 toneladas métricas.
Gasolina y diésel suben
Mientras el uso del gas tiende a la baja, la gasolina y el diésel empleados en la provincia crecieron este año en relación al anterior, a pesar de que estos carburantes también experimentaron un alza considerable en su precio. Entre enero y agosto de 2022, los conductores ourensanos emplearon 131.917 toneladas de cualquiera de los combustibles disponibles, frente a las 128.851 del mismo periodo del año anterior.
El más demandado en la provincia es el gasóleo, del que los surtidores despacharon 110.618 toneladas este año, lo que supone un 84% del total. El consumo de este hidrocarburo creció ligeramente desde el año pasado, cuando en el mismo periodo se consumieron 108.968 toneladas. En lo que respecta a la gasolina de 95 octanos, se consumieron este año 19.852 toneladas, frente a las 18.020 del año anterior. De la de 98 octanos se vendieron 1.447 toneladas, 400 menos que en el año pasado.
