Los efectos de la crisis económica se están agudizando en Ourense, según señaló ayer el presidente de la Cámara de Comercio, Ovidio Fernández, quien reclamó a la nueva Xunta un esfuerzo con Ourense para lograr el reequilibrio territorial.
El presidente de la Cámara de Comercio, Ovidio Fernández Ojea, reclamó ayer al nuevo Gobierno de la Xunta una hipersensibilidad hacia Ourense con el fin de lograr el reequilibrio territorial, argumentando que todavía sigue siendo una asignatura pendiente y que no se han hecho los deberes para lograrlo.
Según manifestó durante la presentación del Estudio Socioeconómico de Ourense 2008, elaborado por el ente cameral, los datos dan fe de que Ourense sigue registrando numerosos déficits y continúa a la cola, sin ser capaz de coger el último vagón del tren europeo. Por ello, insistió en su mensaje a la nueva Administración para que corrija errores pasados. Queremos que se nos haga caso, porque si no, ni Cámara ni CEO ni sindicatos vamos a poder hacer nada.
Fernández Ojea señaló que en lo que va de 2009 se está agudizando la crisis y no se observan atisbos de recuperación económica, por lo que prevé que la situación tarde en mejorar y seguramente en Ourense lo haga después que en otros lugares, ya que también llegó con posterioridad. A su juicio, la crudeza de la actual crisis económica no tiene precedentes. Fernández Ojea mostró su preocupación por el cierre de negocios, recordando la influencia del problema del envejecimiento en Ourense, por jubilación de los propietarios, pero hay negocios viables que no encontrarán sucesión.
Finalmente, insistió en otras demandas, como la necesidad de facilitar el acceso al crédito y en la agilización de pagos por parte de la Administración.
Futuro en turismo o servicios sociales
Según muestra el informe, que junto a Fernández Ojea presentaron la secretaria general de la Cámara, Covadonga Toca, y el técnico de la entidad, Raúl González, la economía ourensana resistió la crisis hasta el pasado noviembre (a excepción de la pizarra y las auxiliares de automoción, a las que ya llegó unos meses antes), lo que se atribuye a una mayor capacidad de supervivencia de las empresas debido a su flexibilidad, menor nivel de endeudamiento y predominio de la producción destinada al consumo ordinario. A pesar de la difícil situación actual, el informe indica que Ourense muestra potencialidades para su explotación empresarial, como las energías renovables o el desarrollo del turismo sostenible ligado a caza, pesca, termalismo y recursos patrimoniales.
Asimismo, la aplicación de la Ley de Dependencia en una provincia envejecida como la ourensana sitúa a la prestación de servicios sociales como una de las actividades de mayor proyección.
Efectos del parón en la construcción
El parón de la construcción de vivienda condicionó en gran medida la evolución de la empresa ourensana, según refleja el análisis sectorial del informe.
Así, en el sector inmobiliario se rompió la tendencia al alza de precios que se mantenía desde 1995 y disminuyó el número de transacciones realizadas. q La pizarra, también usada fundamentalmente para vivienda, registró ya el año pasado una pérdida de 600 empleos en Valdeorras. La caída de exportaciones alcanzó el 12%.
El sector forestal ourensano depende principalmente de pequeños aserraderos que venden madera para procesos productivos de bajo valor añadido. El año pasado, la reducción de la actividad en construcción provocó un descenso de ventas.
Mientras, la agroalimentación es un sector estratégico en la economía provincial, pues permite aprovechar recursos y ayuda a fijar población en el rural. No obstante, está condicionado por un doble modelo, en el que convive la producción tradicional con otra moderna.
En industria destaca la auxiliar de automoción, que perdió negocio y empleo ante la reducción de las ventas de coches. q El ámbito que genera más trabajo en la provincia es el de servicios y, de hecho, cerró 2008 con más empleo. No obstante, hay subsectores concretos, como comercio minorista, donde se perdieron casi 200 puestos.
Por lo que respecta al comercio exterior, Ourense mantiene un saldo positivo de su balanza comercial -vende más de lo que compra en el extranjero- si bien en 2008 disminuyeron la cantidad y el valor económico de las exportaciones al exterior. Portugal es el país con el que las empresas ourensanas mantienen más intercambios comerciales y el producto más importado es el plástico -vinculado a la automoción- y el textil. En cuanto a las ventas al extranjero, destaca la caída de la pizarra o la madera.
Según manifestó durante la presentación del Estudio Socioeconómico de Ourense 2008, elaborado por el ente cameral, los datos dan fe de que Ourense sigue registrando numerosos déficits y continúa a la cola, sin ser capaz de coger el último vagón del tren europeo. Por ello, insistió en su mensaje a la nueva Administración para que corrija errores pasados. Queremos que se nos haga caso, porque si no, ni Cámara ni CEO ni sindicatos vamos a poder hacer nada.
Fernández Ojea señaló que en lo que va de 2009 se está agudizando la crisis y no se observan atisbos de recuperación económica, por lo que prevé que la situación tarde en mejorar y seguramente en Ourense lo haga después que en otros lugares, ya que también llegó con posterioridad. A su juicio, la crudeza de la actual crisis económica no tiene precedentes. Fernández Ojea mostró su preocupación por el cierre de negocios, recordando la influencia del problema del envejecimiento en Ourense, por jubilación de los propietarios, pero hay negocios viables que no encontrarán sucesión.
Finalmente, insistió en otras demandas, como la necesidad de facilitar el acceso al crédito y en la agilización de pagos por parte de la Administración.
Futuro en turismo o servicios sociales
Según muestra el informe, que junto a Fernández Ojea presentaron la secretaria general de la Cámara, Covadonga Toca, y el técnico de la entidad, Raúl González, la economía ourensana resistió la crisis hasta el pasado noviembre (a excepción de la pizarra y las auxiliares de automoción, a las que ya llegó unos meses antes), lo que se atribuye a una mayor capacidad de supervivencia de las empresas debido a su flexibilidad, menor nivel de endeudamiento y predominio de la producción destinada al consumo ordinario. A pesar de la difícil situación actual, el informe indica que Ourense muestra potencialidades para su explotación empresarial, como las energías renovables o el desarrollo del turismo sostenible ligado a caza, pesca, termalismo y recursos patrimoniales.
Asimismo, la aplicación de la Ley de Dependencia en una provincia envejecida como la ourensana sitúa a la prestación de servicios sociales como una de las actividades de mayor proyección.
Efectos del parón en la construcción
El parón de la construcción de vivienda condicionó en gran medida la evolución de la empresa ourensana, según refleja el análisis sectorial del informe.
Así, en el sector inmobiliario se rompió la tendencia al alza de precios que se mantenía desde 1995 y disminuyó el número de transacciones realizadas. q La pizarra, también usada fundamentalmente para vivienda, registró ya el año pasado una pérdida de 600 empleos en Valdeorras. La caída de exportaciones alcanzó el 12%.
El sector forestal ourensano depende principalmente de pequeños aserraderos que venden madera para procesos productivos de bajo valor añadido. El año pasado, la reducción de la actividad en construcción provocó un descenso de ventas.
Mientras, la agroalimentación es un sector estratégico en la economía provincial, pues permite aprovechar recursos y ayuda a fijar población en el rural. No obstante, está condicionado por un doble modelo, en el que convive la producción tradicional con otra moderna.
En industria destaca la auxiliar de automoción, que perdió negocio y empleo ante la reducción de las ventas de coches. q El ámbito que genera más trabajo en la provincia es el de servicios y, de hecho, cerró 2008 con más empleo. No obstante, hay subsectores concretos, como comercio minorista, donde se perdieron casi 200 puestos.
Por lo que respecta al comercio exterior, Ourense mantiene un saldo positivo de su balanza comercial -vende más de lo que compra en el extranjero- si bien en 2008 disminuyeron la cantidad y el valor económico de las exportaciones al exterior. Portugal es el país con el que las empresas ourensanas mantienen más intercambios comerciales y el producto más importado es el plástico -vinculado a la automoción- y el textil. En cuanto a las ventas al extranjero, destaca la caída de la pizarra o la madera.
