Los universitarios ourensanos regresan al ajetreo de estudios, apuntes y clases tras unas merecidas vacaciones de verano. El entorno del Campus vuelve a llenarse de vida ante el curso que comenzó el lunes

El Campus renace tras el verano

Un grupo de jóvenes, charlando en el Campus de Ourense. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Vuelve la vida al Campus de Ourense. Los estudiantes universitarios de la ciudad han puesto el pasado lunes el punto y final a sus vacaciones veraniegas, y el curso ya está en marcha en toda la Universidade de Vigo.
El ajetreo de jóvenes por el entorno de las facultades ourensanas entre clase y clase vuelve a ser el habitual, y pese a que el calor asfixiante de estos primeros días de septiembre que hace pensar en cualquier cosa menos en pasar horas concentrados en las aulas, el ánimo general es bastante bueno en el arranque, fruto en parte por la resignación de que los días de ocio las 24 horas ya han pasado. Fin del verano y cambio de chip.

Los que empiezan sus estudios por primer año se muestran algo desconcertados todavía ante el nuevo mundo que se les abre. Comienzan a socializarse, a integrarse con sus nuevos compañeros de clase y, sobre todo, a acostumbrarse a una rutina de estudio y trabajo que nada tiene que ver con la vida de instituto que conocían. Las facultades, que de primeras parecen laberínticas e inhóspitas, poco a poco irán volviéndose más 'pequeñas', menos desconocidas, a medida que vayan pasando los días en el Campus.

Los que ya están curtidos en las batallas universitarias no tienen que pasar por ese sencillo 'trauma', pero son más que conscientes de que encaran el nuevo año sabiendo que será más exigente que el anterior. Es ley de vida en este oficio. Mientras, es tiempo de reencuentros con los compañeros a los que no se ha visto durante las vacaciones, y para los foráneos, de vuelta a la vida independizada lejos del hogar, de regresar al piso de estudiantes, inaugurar uno nuevo o retornar a la vida en común de la residencia universitaria.

Pero no todo en la vida del estudiante es trabajar, y ellos lo saben mejor que nadie. La actividad no sólo regresa a aulas y bibliotecas. Las muchas cafeterías de calles como Doctor Temes, Benito Vicetto o Telleira recuperan gran parte de su clientela y movimiento matutinos, y lo mismo empezarán a notar los locales del Casco Vello, especialmente en las noches tradicionalmente universitarias de los jueves. El ocio, como no puede ser de otra manera, es uno de los aspectos indispensables dentro de esta rutina, y son muchos los negocios ourensanos que dependen del él.


TALLER DE HISTORIA

Una de las primeras actividades del nuevo curso académico que ha puesto en marcha el Campus de Ourense ha sido la organización, ayer en la Facultade de Historia, del taller 'BIComunLAB', donde diferentes agentes activos en la defensa del patrimonio cultural reflexionaron junto a los alumnos de primer curso del grado de Historia acerca de los nuevos y posibles modelos de gestión caracterizados por su carácter social, abierto, interactivo y de red. El objetivo, acercar a los jóvenes el aprovechamiento de las nuevas tecnologías a favor del patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad a través de un punto de vista crítico que a la vez demuestre la implicación social de la población.

Para ello, los nuevos estudiantes realizaron una actividad práctica de análisis y propuesta de medidas de recuperación para el Castro de Oira, la antigua prisión de la calle Progreso, el mercado de Abastos y la toponimia del Casco Histórico. El taller se abrió con un debate entre los propios alumnos con Martiño Xosé Vázquez, arqueólogo de la empresa Xeitura, Adela Vázquez y María Masaguer, miembros de la asociación Niquelarte, promotora de la iniciativa BIComun, y representantes de otras entidades colaboradoras como la Asemblea de Traballadores de Arqueoloxía, Recuperar os Nomes, Bela Aurea e Imosentrar.

Los resultados de este taller se expondrán en uno de los muros de la exposición que estará disponible en la Sala Alterarte del Campus durante la segunda quincena de este mes.

Te puede interesar