Los relevos en Subdelegación y Hidrográfica se dan por descontados
Con Mariano Rajoy y el PP recién desalojados del Gobierno central, los cambios no se limitarán exclusivamente al presidente y a sus ministros, sino que la llegada al poder del PSOE, como sucede en cada momento que hay un cambio de partido en los puestos de responsabilidad, supondrá una cascada de relevos en cargos públicos, asesores y personal de confianza cuya designación depende directamente de la decisión del Ejecutivo.
Ourense no es, por tanto, ajena a esta situación, con hasta 14 cargos de la denominada administración periférica del Estado que ejercen en estos momentos en la provincia, cuya continuidad puede darse por descartada en varios casos y de manera casi inmediata, ya que son puestos de marcado caracter político, mientras que otros tienen un eminente perfil técnico, por lo que llevan ejerciendo, en algunos casos, muchos años con independencia de la alternancia de partidos en el Gobierno.
"No es necesario que cambien todos, pueden mantenerse. Hay puestos que se moverán rápido, pero otros no", confirma el especialista en derecho administrativo del Campus de Ourense Roberto Bustillo.
La figura más visible de la administración del Estado en Ourense es la Subdelegación del Gobierno, de la que dependen otros organismos. Durante más de seis años, el puesto ha estado en manos de Roberto Castro, con una larga trayectoria en el PP, que seguirá en funciones hasta que Pedro Sánchez defina su equipo de confianza, primero con el nombramiento del delegado del Gobierno en Galicia, que posteriormente decretará quién ocupa los cargos en las provincias de la Comunidad.
Olor a despedida
Otro organismo con especial relevancia es la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y que ha contado con dos presidentes a lo largo de su historia. Durante la era del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, fue Francisco Fernández Liñares, mientras que con Mariano Rajoy el elegido fue Francisco Marín, que ayer, en una comparecencia pública, dejaba entrever su despedida.
"El futuro está claro que no depende de mí, pero lo más probable es que me tenga que ir, aunque satisfecho por el trabajo realizado", señaló Marín, que ya preparaba su mudanza junto a su equipo de confianza.
Por otro lado, aquellas personas designadas en cargos con un perfil más técnico, en organismos dependientes de la administración estatal que no se han transferido a las Comunidades Autónomas, tienen más posibilidades de seguir ejerciendo sin temor a un cambio.
Sucede, por ejemplo, en el caso de la Jefatura Provincial de Tráfico, en manos de David Llorente, que se incorporó en 2009 y sigue ejerciendo en la actualidad, pero también con otros puestos como el subdelegado de Defensa, ocupado desde hace año y medio por Gustavo Doncel, o la dirección del Servicio Público de Empleo.
Ejemplo de continuidad es también la Inspección de Trabajo, cuya máxima responsabe es Pilar Sánchez Cuervo desde 1994; la delegación del Instituto Nacional de Estadística, con Maribel Fariñas desde hace casi tres décadas; o Hacienda, representada por Javier García desde la creación del ente.
El resto de organismos dependientes del Estado que ejercen sus atribuciones en la provincia y cuentan con cargos de libre designación con la Agencia Tributaria, que ha estrenado hace poco más de un año su nueva delegada, Carmen Paula Pintos; o la Unidad de Carreteras del Ministerio de Fomento, con el técnico Álvaro Rodríguez, que aterrizó en el puesto hace pocos años sustituyendo a Adolfo Güel, que estuvo casi dos décadas en el puesto dependiente del ministerio.
También dependen de la voluntad política el puesto de director del centro penitenciario de Pereiro de Aguiar, en manos de Luis González; el jefe provincial de la Inspección de Telecomunicaciones, que es en la actualidad Enrique San Martín; o la Gerencia territorial del Catastro, ocupada por Manuel Junco.
Por último, son también puestos de designación aquellos de máxima responsabilidad en Muface o el Instituto Nacional de la Seguridad Social y Tesorería.
Reto demográfico
La caída de Mariano Rajoy supondrá, por otra parte, el adiós de la ourensana Edelmira Barreira al Comisionado del Gobierno frente al reto demográfico, un cargo al que accedió en febrero de 2017 con el objetivo de establecer la hoja de ruta para luchar contra el envejecimiento y la despoblación.
Todavía sin tener culminada la estrategia, será tarea de otra persona rematarla para ofrecer soluciones ante un tema clave.
